Estaban de fiesta clandestina hasta que llegó la Policía

Las convocatorias por distintas redes sociales son difíciles de captar por las autoridades, sin embargo la Policía pudo dar con una fiesta clandestina que se desarrollaba en un barrio privado de Las Grutas, con la participación de unos 50 jóvenes, que había sido organizada por un grupo de turistas de Bariloche.

Las reuniones sociales de más de 10 personas quedaron prohibidas luego de conocerse las restricciones impuestas por el gobierno nacional y a las que adhirió Río Negro y los municipios con algunas particularidades. Sin embargo, se repiten a diario pese a la intensa labor de las autoridades por desbaratarlas. En Las Grutas la situación con los jóvenes es bastante problemática y obliga a la Policía a recorrer diferentes sectores de la villa para tratar de hacer cumplir las normativas vigentes.

Anoche, cerca de las 3.30, una hora después del toque de queda sanitario en la villa turística, varios patrulleros llegaron al barrio privado Playa Serena. Las intensas luces azules de las camionetas de la Policía alertaron a los jóvenes, quienes inmediatamente comenzaron a correr por el descampado para no ser detenidos.

De acuerdo a lo informado, en una propiedad de la calle El Buque se desarrollaba una fiesta con música y bastante alcohol. Desde la Comisaría 29° confirmaron que al ingresar al complejo, los efectivos encontraron a un grupo de jóvenes y adolescentes, mientras que "un grupo huyó del lugar en diferentes direcciones" indicó el subcomisario Juan Colpi.

Los organizadores no pudieron escapar del lugar y se quedaron para dar la cara frente a los uniformados, quienes lo identificaron y enviaron las actuaciones al Ministerio Público para que avance en una futura acusación por la violación a las normativas vigentes. Colpi indicó que los organizadores "son dos personas oriundas de la ciudad de Bariloche, los cuales argumentaron desconocer el DNU existente que impide este tipo de eventos", estos turistas se encontraban alquilando temporalmente el lugar.

El trabajo de la Policía durante la madrugada es intenso, ya que es común encontrar jóvenes que violan la normativa y se niegan a irse a dormir a las 2 de la madrugada, horario dispuesto por el municipio de San Antonio. El primer día de implementación de las restricciones, los uniformados tuvieron que intervenir en un bar, en el que el dueño se negaba a cerrar y las personas que estaban en su interior quisieron impedir la actuación de la fuerza. Finalmente el local fue clausurado.