Un neuquino en el cielo de España

Empuriabrava es un pequeño pueblo de ocho mil habitantes que se ha transformado en las últimas décadas en el centro mundial de paracaidismo, con unos 130 mil saltos por años. Allí está Victorio Bertolino, un neuquino que pasó la mayor parte de su vida en Córdoba y que llegó al norte español de la mano de su pasión por el aire. Desde hace tres años –contó por AM 550 y 24/7 Noticias- ha dado rienda suelta a renovar la adrenalina de mirar desde el cielo esa región, adonde confluyen las más bellas costas del Mar Mediterráneo, las alturas de los Pirineos, la belleza del Parque Natural de las Marismas de Ampurdán y los cientos de canales que recorren la geografía.

El invierno en ese pueblo, además de ingresar el frío a la vida cotidiana también trae la tranquilidad y el sosiego de quienes lo habitan permanentemente porque en el verano multiplica varias veces su población por la llegada de turistas y el sonido de múltiples idiomas.

En diálogo en el programa “Mejor Informado Radio”, Bertolino admitió que se extrañan varios aspectos de la cultura argentina, aunque por la zona residen varios compatriotas a los que frecuenta para tener un poco más cerca el país. Una de ellas, artista de body painting (pintura de los cuerpos), coloreó la piel de Bertolino para sumar brillos en un salto de paracaidismo y ser retratado por otro argentino residente en España. La síntesis de la pasión por el aire, el arte de un cuerpo pintado y el retrato en imágenes, está a la vista en la foto que ilustra esta nota y que está en el video con la entrevista.

Ya con trabajo estable –tanto él como su pareja-, Victorio tiene un horizonte cercano de cielos, montañas y mar trasparente que en la vida cotidiana tienen cinco horas de diferencia y miles de kilómetros de distancia. Además, en breve revalidará su licencia de piloto de aviones, lo que sumará otra herramienta para vivir el aire europeo.