SEQUÍA
Identificaron las zonas de riesgo de incendio de Neuquén
Este año, Neuquén sufre el punto más crítico de sequía. La secretaría de COPADE presentó un informe y detalló las zonas de riesgo de incendio.
Desde COPADE presentaron un informe que detalla cuáles son las zonas de riesgo de incendio en la provincia del Neuquén. Según indicaron, es para incorporar la prevención, manejo y mitigación de riesgos en la planificación territorial. Las zonas con mayor probabilidad son los departamentos de Picunches, Loncopué y Ñorquín.
"Actualmente, la provincia del Neuquén transita un período de 13 años de sequía en las cuencas hídricas de los ríos Limay y Neuquén, que comienza a sentirse. Este año sufre el punto más crítico, producto de las escasas nevadas y ausencia de precipitaciones", dijo Daniela Torrisi, directora provincial de Planificación Territorial del COPADE a 24/7 Canal de Noticias.
Además, el informe da cuenta del sostenido aumento de temperatura en la zona cordillerana de la Patagonia, con el consiguiente retroceso de los glaciares andinos. Asimismo, señala la reducción que experimentan los caudales de los ríos de las provincias de San Juan, Mendoza, Río Negro y Neuquén, causada por la disminución de las nevadas y lluvias sobre la Cordillera de los Andes.
Según informan, dentro del territorio neuquino, los departamentos de Picunches, Loncopué y Ñorquín representan las zonas de mayor riesgo a incendios forestales, a partir de los datos obtenidos por los satélites de observación de la Tierra Aqua y Terra de la NASA.
“En la zona centro y norte de la provincia es fundamental avanzar en la concientización a crianceros y pobladores locales, a fin de revertir las actuales prácticas de quema de pastizales que son el principal foco de incendios. En la zona sur, se debe avanzar en la concientización de turistas, difundiendo los lugares habilitados para fuegos y las buenas prácticas para apagar los mismos”, son algunas de las conclusiones del estudio.
El documento también señala la necesidad de implementar medidas de prevención y mitigación a mediano y largo plazo, para evitar la ocurrencia de estos eventos, dando impulso a procesos de equipamiento y capacitación que permitan articular una respuesta rápida y efectiva ante las amenazas del fuego.
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