CUARTO INTERMEDIO EN LA NEGOCIACIÓN
ATEN define el lunes, si empieza clases con o sin paro
Mañana se reúne de nuevo el gremio con el gobierno. Las asambleas pasaron al lunes. El miércoles empiezan las clases.
El gobierno y el gremio docente ATEN volvieron a reunirse este viernes, cruzaron propuestas levemente modificadas, y pasaron nuevamente a un cuarto intermedio, hasta el sábado al mediodía. Al término del encuentro, Marcelo Guagliardo reafirmó que “estamos negociando”, y recordó que, si no hay acuerdo, el paro (por 5 días) ya está votado por las asambleas.
“El inicio de las clases depende del gobernador Omar Gutiérrez”, reiteró el secretario general de ATEN. Es una muletilla que se repite desde hace por lo menos 30 años, y lo único que cambia es quien la pronuncia y a qué gobernador se hace alusión. La mecánica de negociación con el gremio docente se ha transformado en una rutina previsible, un mecanismo que tiene mucho de relojería, aunque no siempre da con la hora exacta.
Lo cierto es que, tanta postergación negociadora, hará que las asambleas (virtuales) del gremio se hagan recién el lunes a la tarde. Las clases deben comenzar el miércoles. Ese lunes, además, el gobernador Omar Gutiérrez pronunciará su discurso en la inauguración de sesiones de la Legislatura provincial. Todo sucederá en medio de una gran expectativa no satisfecha. Y, aunque el gobierno enfatice que las clases comenzarán sí o sí, es lógico y cierto que no será lo mismo comenzar con acuerdo que con conflicto.
La determinación in péctore que tiene el Estado -incluyendo a gobernantes y sindicalistas- es que el trance se resuelva de la manera mejor perjudicial posible para los “beneficiarios” del sistema educativo. Pero es difícil traducir en concreto ese deseo, con buena parte de declamación impostada: el Estado se mira el ombligo desde hace demasiado tiempo en Neuquén, tiene una dosis alta de autosatisfacción, y eso reduce las posibilidades de sinceridad hacia la gran masa ciudadana, ajena a la vida del Palacio.
El tiempo, así, ha entrado por un embudo, que desemboca inexorablemente en el miércoles 3 de marzo. Cada minuto que pasa, transcurre más velozmente, y esa precipitación inexorable pondrá, una vez más, a la corporación estatal de frente con la ciudadanía.
