SUFRE DISFONÍA TRAS 20 AÑOS DE ANTIGÛEDAD

Es maestra y la indemnizarán por el daño sufrido en la voz

La ART negó que la afección de las cuerdas vocales sea una incapacidad laboral, pero la Justicia falló en contra.
martes, 16 de marzo de 2021 · 00:00

La Justicia reconoció -en Bariloche- que los docentes ponen en riesgo parte de su cuerpo al desarrollar su tarea "en este caso sus cuerdas vocales". En la sentencia, indica que la docente con más de 20 años de servicios deberá ser indemnizada por la ART pese a que esta había negado que los problemas en la voz se encuadran dentro de una incapacidad laboral por el trabajo frente a los alumnos. 

La maestra llegó a la Justicia ante un problema de salud severo que le impedía hablar con normalidad. En su presentación relató las distintas etapas de su carrera como docente y preceptora escolar. Mencionó que comenzó su carrera en la escuela de Comallo y transitó desde el año 1.994 diferentes escuelas y cargos. Desde jardín maternal, maestra de sección y preceptora. En los últimos años en doble turno. Esta dolencia que requirió sea reconocida como enfermedad profesional, comenzó en el año 2013 y fue diagnosticada como disfonía funcional por hiatus longitudinal.

Al recurrir a la ART, ante a imposibilidad de dar clases, recibió sesiones de foniatría y luego fue reubicada laboralmente. Pero más tarde retomó sus tareas como maestra de sala de 3; 4 y 5 años, y allí su problema se agravó, al extremo de perder la voz. Fue diagnosticada con disfonía funcional y reposo. En ese momento la aseguradora dictaminó que no se trataba de un riesgo del trabajo. También se expidió la junta médica de la delegación andina del Ministerio de Educación que le otorgó una licencia “por largo tratamiento”. Actualmente, la docente presenta dolor de garganta, carraspera y continúa con episodios de ausencia de voz.

La sentencia de la Cámara Laboral Segunda de Bariloche, confirmó que ejerció la docencia por más de 20 años y destacó que existen constancias de la intervención de la ART como consecuencia de varios episodios de cuadros respiratorios de vía aérea alta. Y la comisión médica reconoció el carácter de “enfermedad profesional” y como causal la sobrecarga el uso de la voz.

En el informe se mencionó que la tarea habitual de la trabajadora tiene una carga de 20 horas semanales y 4 horas cátedra, con una cantidad de 60 alumnos en tres cursos y determinó que se trata de una enfermedad profesional. El fallo dice que en estos casos la aseguradora debe citar a la trabajadora a fin de brindar las prestaciones que requiera según normativa vigente.

Por su parte el perito medico designado por el tribunal señaló que la enfermedad profesional que padece la docente cumple con los requisitos expuestos como “criterios de exposición al riesgo según las actividades”.

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