TRICAO MALAL
Feroz ataque de perros: perdió 18 ovejas
Cansancio y bronca de crianceros del norte neuquino por las jaurías que atacan a la hacienda.
El ataque de una jauría provocó pérdidas económicas muy importantes a un criancero de Tricao Malal, pero sobre todo un gran “cansancio y bronca” por estas situaciones. Así se pudo observar en las últimas horas en diferentes publicaciones y en el sitio Tricao Malal Noticias. "Perdí todo lo que tenía, recién empezábamos con mi señora en una chacra" cerca de la localidad, indicó el joven de 28 años a Mejor Informado.
El criancero, Flavio Vásquez, denunció en la Comisaría 37 de esa localidad que días pasados trece de sus ovejas fueron muertas por el ataque de perros y otras cinco fueron sacrificadas por la gravedad de las mordidas. Otros productores de la zona también sumaron sus experiencias y pesar por estos ataques, que según indican también podrían ser de perros que tienen sus dueños en el pueblo y sin embargo, salen por las noches a provocar estos estragos.
El ataque de jaurías a las haciendas de crianceros en la Patagonia no es nuevo y ya Mejor Informado ha dado cuenta de ello, especialmente cuando estos perros cambian sus costumbres y hábitos como mascotas, son abandonados y comienzan a buscar comida en la periferia o los campos cercanos.
Los perros asilvestrados o cimarrones han provocado graves pérdidas económicas en diferentes establecimientos del centro-norte de la provincia del Neuquén, como también en Río Negro, Chubut y muy especialmente en Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Al respecto, desde el Centro de Ecología Aplicada de Neuquén (CEAN), se lleva a cabo un estudio y seguimiento especial de este flagelo para los productores de ganado, especialmente caprino y ovino, en conjunto con otros organismos similares del resto de la Patagonia.
La gravedad de la presencia de jaurías cimarronas o asilvestradas no sólo preocupa en la zona rural sino también en pueblos y ciudades del sur argentino, adonde se han registrado en los últimos años un gran número de ataque a personas (especialmente niños y niñas), con sigular violencia.
Como siempre sucede ante este tipo de hechos, además del impacto económico en quienes tienen animales, se multiplican los mensajes de cuidado responsable de mascotas en pueblos y ciudades, porque no es el perro quien tiene la culpa sino quien lo abandona y lo deja en la calle.
