La bajante desnudó el maltrato al Limay

La bajante extraordinaria que padece el Limay dejó al descubierto el histórico maltrato que ha sufrido este río, que es parte misma de la identidad de Neuquén, pero que no todos cuidan como merece. Escombros y piezas metálicas son parte de los residuos que estaban en uno de sus brazos, desde hace más de tres décadas y que, según estiman en el municipio capitalino, fueron arrojados por alguien que intentó improvisar un dique de contención (al parecer clandestino).

El municipio aprovechó la bajante y dispuso la limpieza del cauce. Así lo explicó el subsecretario de Medio Ambiente y Protección Ciudadana, Francisco Baggio: “Con maquinaria y personal se retiraron los diques y contenciones que se habían formado hace más de 30 años con escombros, restos de cordón cuneta y hierros, todo material peligroso para los bañistas y guardavidas”. 

Indicó que para quitar esos residuos del brazo del río, en la zona de Leguizamón, fue necesario utilizar maquinaria pesada. “La intención es mejorar el cauce, retirar restos peligrosos, y permitir que los sistemas de captación de agua tengan mayor caudal; también nos estamos preparando para hacer de este lugar una nueva zona balnearia para el próximo verano”, concluyó el funcionario.