Lo consideran traidor y quiere ser candidato

Se dice que la política es el arte de lo posible y, como tal, les ofrece variadas posibilidades a quienes la ejercen. Pueden, por ejemplo, ser candidatos por distintas jurisdicciones, cambiar de bloque, encabezar una lista como testimonial y apegarse a otras tantas licencias, cuya enumeración podría resultar tediosa. No obstante, hay un lugar que no admite retorno y ese lugar es la traición. Quien se arrastre en ese fango, quedará indefectiblemente sucio y llevará el estigma por siempre.

A tres días de las últimas provinciales, las del 10 de marzo de 2019, el ex diputado nacional por el PRO, Leandro López, traicionó al entonces intendente de Neuquén, Horacio “Pechi” Quiroga y llamó a votar por el MPN. “Les pido a los neuquinos hacer un voto racional y útil. Si no queremos que ganen los K, hay que evitar votar a opciones que no tengan chances de ganarle a Rioseco”, escribió en su cuenta de Twitter. La deslealtad en nivel extremo generó toda clase de justificados y comprensibles repudios; entre ellos el de hoy concejal capitalino, Marcelo Bermúdez (PRO), quien sentenció: “Es un acto de traición a sus compañeros y candidatos”.

Desde entonces pasaron apenas tres años, mucho menos que un pestañeo en la historia. Hoy el tal López multiplica sus críticas al partido que mandó a votar (sin nombrarlo), y desnuda un repentino enamoramiento con el ex intendente de Cutral Co, al que ya no considera feo. Tal es su idilio con el dirigente K, que respalda a gritos el viejo proyecto que éste intenta reflotar: el de un frente amplio para tener posibilidades concretas de derrotar al MPN en 2023.

“Concuerdo bastante con lo que expresa Rioseco en esta nota, no solo en la necesidad de un frente opositor, sino también en lo que necesita Neuquén”, dice López, entregado de ello a la compulsión tuitera. “Sobisch fue el mejor Gobernador de la provincia en los últimos 25 años. Rioseco y Pechi fueron los mejores Intendentes de la Provincia en los últimos 25 años ¿Da para armar un Frente Amplio para ganarle al Sapagismo y salir de la decadencia? Obvio!!! Re da!!”, agrega en otro arrebato de este 2022 en el que elogia tanto al que defraudó como al que no quería que gane.

Hasta dónde se sabe, Sobisch no contempla asociarse con Rioseco, pero López lo suma a sus posteos y, de paso, festeja el pedido formal del ex gobernador para que le abran las puertas de la mesa provincial de Juntos por el Cambio (JxC). 

En fin, tanto en el PRO como en JxC se murmura que más allá de la incoherencia perenne y de la liviandad manifiesta, lo que busca López son respaldos externos para la candidatura a intendente que lanzó con pena pero sin gloria; a punto tal que quienes habitan en su mismo espacio político optaron por no darse por enterados; ninguneo que le dicen. Aunque en su momento tuvo cierta utilidad para los armadores de la centroderecha vernácula, hace años que a López dejaron de tomarlo en serio, no sólo por la forma en la que dilapidó prestigio en su paso por el Concejo Deliberante capitalino, sino también por la autoría de un absurdo postulado con el que, en 2017, se ganó incluso la burla de medios nacionales. Para argumentar la suba en la edad jubilatoria que impulsaba el entonces presidente Mauricio Macri, López arriesgó que los niños de hoy vivirán hasta los 200 años. Dos años más tarde sobrevendría aquella traición a lo Judas.