La concejal por la Democracia Cristiana en la ciudad de Neuquén, Nadia Márquez suele expresar sin medias tintas sus convicciones, aunque eso la coloque en el centro de las polémicas de estos tiempos que -aunque efímeras- se multiplican con fuerza a través de las redes.
Así concurrió cuando salió a decir que no quería en la ciudad ni a los pitbull ni a los ejemplares de otras razas consideradas potencialmente peligrosas. Recibió cuestionamientos y respondió que ella pertenece a un sector de la sociedad al que le interesan más los niños que los perros.
Luego explicó que Lizy Tagliani no es “ella” sino “él” y volvió a quedar en el centro de un debate (no exento de frases fuertes, como las que abundan en las redes). Esa vez se inspiró en los dichos de Tagliani quien había expresado sus deseos de ser madre.
Ahora la emprendió contra lo que bien podría considerarse uno de los blancos preferidos de la derecha y de la centro derecha en todo el país: el lenguaje inclusivo (que, por cierto, tiene sus cultores). Lo hizo luego de que el ministerio de Obras Públicas de la Nación anunciara que, para promover la comunicación no sexista, usará lenguaje inclusivo en documentos oficiales.
¿Qué dijo Márquez? Lo siguiente: “¡Qué al cuete que están! Fuera de toda realidad! El país se incendia y ellos preocupados en estas estupideces”. El anuncio de dicho ministerio llegó en medio de los descalabros de la administración que conduce Alberto Fernández.