Ya no respetan ni a los bomberos voluntarios

La nieve en las regiones cordilleranas y el viento en la zona del Alto Valle fueron los protagonistas de la semana que está a punto de terminar, y en la que la violencia volvió a ser protagonista. Esta vez, los destinatarios de los golpes fueron bomberos voluntarios, es decir ciudadanos que arriesgan su vida para proteger a los demás. Pero eso no es todo; hay más, veamos.

Alteración violenta

El estado de alteración violenta que destila la sociedad argentina (con arrebatos esporádicos pero cada vez más frecuentes) tuvo su correlato en San Martín de los Andes, donde sujetos fuera de sí golpearon a dos bomberos voluntarios y se dieron a la fuga.

Ya había caído la noche cuando una dotación acudió al Barrio Cantera, alertada por el incendio de una vivienda. Cuando llegaron las llamas ya se habían expandido y fue en ese momento cuando individuos que estaban en la vereda los insultaron y golpearon.

“Acudimos como habitualmente en los tiempos previstos ya conocidos, el personal es voluntario y obviamente no se encuentra en guardia activa. Aun así el tiempo de espera fue mínimo. Se trataba de un incendio complejo que se estaba propagando a las viviendas linderas”, relató el Jefe del cuerpo, Juan Manuel Pisano a la AM550 y 24/7 Canal de Noticias. 

“El estado de algunas personas era de una alteración elevadísima”, dijo. Tal es así que ni siquiera repararon en que los voluntarios arriesgan su vida para ayudar a los demás, sin recibir paga a cambio.

Animales sueltos

Un diputado provincial neuquino se cansó de los peligrosos accidentes que provocan los animales que se pasean literalmente por las rutas (especialmente los caballos), y presentó un proyecto para que los propietarios abandonen esa desidia y desinterés por la seguridad y la vida de los demás. 

El diputado César Gass (de Juntos por el Cambio) propuso redactar un Código Rural que establezca derechos y obligaciones de las actividades agrícola y ganadera.“Una de las problemáticas radica en los accidentes viales que ocasionan los animales que se escapan de los cercos de los campos, ya sea porque estos no se encuentran delimitados o por falta de alambrados o falta de mantenimiento”, explicó el diputado. Si se soluciona esta pesadilla se ganará en seguridad.

Combate a los pozos

El Combate de Los Pozos tuvo lugar el 11 de junio de 1826 en el Río de la Plata, frente a la ciudad de Buenos Aires. Y el combate a los pozos tuvo lugar en la localidad neuquina de Centenario, el lunes feriado.

Sucede que una familia se cansó de esperar a la cuadrilla de municipales y salió a rellenar los baches con escombros. Un vecino hizo el trabajo junto con su hijo y con su pequeño nieto, en el Barrio Sarmiento. Contaron que en ese sector el asfalto es nuevo, y sin embargo presenta varios pozos que día tras día aumentan de tamaño debido a la falta de mantenimiento. 

Empresarios de la enfermedad

Así calificó la concejala neuquina Julieta Katcoff (Frente de Izquierda) a los dueños de clínicas locales. La edil no ocultó su enojo luego de que concejales de otras bancadas votaran en contra de un proyecto con el que pretendía el beneplácito (reconocimiento) por el 15 aniversario de Favea, organización de Familiares, Vecinos y Enfermos agrupados.

Cuestionó expresamente a “los bloques del MPN, Juntos por el Cambio, UCR, Juntos por Neuquén, FRIN y Democracia Cristiana”, con la particularidad de que el concejal radical, Juan Peláez, es administrador de un grupo de centros asistenciales. “Les molesta que los y las pacientes se organicen para exigirle al gobierno el cumplimiento de un derecho tan esencial, porque le cuidan los negocios a las clínicas privadas y defienden los intereses de los empresarios de la enfermedad”, acusó Katcoff.

Héroes con uniforme

Un padre irrumpió en la Comisaría 44 del barrio Valentina Sur de la ciudad de Neuquén, desesperado y con su pequeño de un año y medio en brazos. No era para menos, el chiquito estaba inconsciente y no respiraba, porque tenía las vías respiratorias obstruidas. Rápidos y decididos, dos agentes le practicaron las maniobras de Heimlich (apretar el pecho desde atrás) y literalmente le salvaron la vida. Luego el padre lo llevó al Hospital Heller.