En Neuquén hay una soterrada pelea por el oro

Mientras en el contexto nacional el tema de las licitaciones públicas encuentra niveles de estigmatización nunca antes alcanzados, en Neuquén, silenciosamente, se libra una soterrada batalla por la renovación de la explotación minera en Andacollo, con el oro como objetivo y la continuidad productiva y laboral como estandarte.

Del tema poco se habla oficialmente: nunca Cormine (la empresa estatal minera de Neuquén) se ha distinguido por tener una vidriera al alcance de todos. Pero sí hay competencia empresaria para acceder al oro norteño neuquino, aunque se había hecho trascender que solo había un oferente para hacerse cargo del “salvataje” organizado por el gobierno tras el último desastre, protagonizado por Trident Southern Explorations Argentina SRL, que dejó a los socavones de Andacollo nuevamente huérfanos de trabajo humano, y a la región sin una fuente de trabajo importante.

Hasta ahora se sabía de la presentación en ese “salvataje” de la empresa Eco Friendly, que acudió a la cita prometiendo inversiones y hacerse cargo de los trabajadores cesanteados, asociada con las firmas las L&C Mining Minería y Consultoría SAC, Southcroos Logistics y Lácteos Vidal SA. La presentación había sido hecha por el viedmense Claudio Ciccarelli.

Hay otra empresa que se ha presentado en medio del silencio. Se llama Chiargmin SRL, constituida en Neuquén en 2014, con el fin de intervenir activamente en la explotación de minerales; y ofrece como asociada a la empresa Hanaq Argentina SA, con asiento en la provincia de Salta.

Chiargmin ha trabajado hasta ahora en la extracción de dolomita y carbonato de calcio en Neuquén. Son explotaciones a cielo abierto, en las que se utilizan explosivos. Esos minerales son comercializados exportándolos a Chile, en donde se utilizan como fertilizantes del suelo para uso agrícola.

Según la presentación realizada con el auspicio del abogado neuquino Hugo Prieto, tanto Chiargmin como Hanaq Argentina han analizado la viabilidad de la extracción de oro en Andacollo, y la evaluación con sondajes “determinó que la mineralización de oro diseminada en el proyecto es de gran importancia”. Tras esos estudios, aseguran que “estamos en condiciones de retomar la ejecución del contrato de la concursada (Trident) con Cormine, pues la explotación resulta económica y financieramente viable”.

“Podemos manifestar y comprometer la inmediata reactivación de la explotación, la paulatina y efectiva reincorporación al trabajo de la totalidad del personal actualmente inactivo, y del giro empresarial en general”, sostienen los oferentes, anunciando un plan preliminar de inversiones a cinco años.