Nunca falta el vecino que es ocurrente aun en medio de la queja. En este caso, el que calificó de “paseo de la bosta” a la esquina de San Luis y Luis Beltrán (a escasos metros de la Avenida Olascoaga), donde el derrame ya crónico de líquidos cloacales incrementó “preocupantemente” su caudal. Durante el fin de semana el olor fue nauseabundo.
Quienes residen en esa zona (a escasos minutos del centro de la ciudad de Neuquén) reclaman que el Ente Provincial de Aguas y Saneamiento (EPAS) o el municipio realicen esfuerzos por solucionar la cuestión. Aseguran que “casi siempre hay” desbordes y que eso se nota en el deterioro de la calzada. Pero esta vez, los líquidos pestilentes brotaron cual manantial de la tapa (con rejas) ubicada a mitad de calzada, en esa misma esquina.
Por el declive de la zona, los líquidos quedan estancados (las partículas de excrementos también), luego pasan los vehículos y los esparcen por algunos metros. La consecuencia es el olor inmundo que impregna al sector.
Por otro lado, el viernes último autoridades del EPAS participaron de una reunión convocada por la Defensoría del Pueblo, para repasar los avances en las obras del sistema de saneamiento del barrio La Sirena. Del encuentro, convocado por el Defensor del Pueblo, Jorge Rey, participó el presidente del organismo, Martín Herrera.
“La jornada sirvió para realizar un repaso minucioso de todas las acciones que viene llevando a cabo el EPAS, que contempla la ejecución de obras relacionadas con el recambio del colector cloacal del sector con cañería de 1.300 mm de diámetro”, señalaron.