A más de tres años del accidente que la convirtió en peatona, la Justicia rionegrina le dio la razón a una vecina y condenó a la empresa provincia de Aguas. Todo comenzó apenas unos días antes del inicio de la pandemia (marzo de 2020), cuando la mujer circulaba en su vehículo por la calle Sierras Blancas, de Las Grutas.
Era el mediodía y el tránsito estaba tranquilo hasta que, de repente, pisó con la rueda delantera derecha una tapa del sistema cloacal, esta se levantó (porque estaba suelta) y “le arrancó de cuajo el eje y semieje trasero derecho”, al tiempo que “le destrozó la llanta, amortiguador y neumático derecho trasero, con desprendimiento del palier del diferencial”. Como suele decirse, le hizo un desastre.
La mujer inició el reclamo ante Aguas Rionegrinas, cuyos abogados dijeron que “la tapa estaba correctamente colocada”. Por las dudas, agregaron que “la maquinaria municipal que trabajó en la calle pudo haberla aflojado”. Así que, a la mujer, no le quedó más que iniciar la demanda.
En el proceso declararon testigos. Un automovilista que llegó al poco tiempo del accidente vio el vehículo “con la rueda derecha salida y el hueco de la cloaca sin la tapa ni el aro”. Se ocupó de atender a la señora porque estaba muy asustada. Otra testigo declaró que vivía a media cuadra del accidente y aseguró que “la tapa esa siempre estaba salida”.
Con esos y otros argumentos, un juez civil de Viedma condenó a Aguas Rionegrinas a resarcir a la mujer por daño moral, daño material y privación de uso del automóvil.