El jefe de Gabinete nacional, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo, le pusieron un explícito freno a la pretendida exigencia del presidente Javier Milei a las provincias, para que redujeran gastos en unos 60 mil millones de dólares: se relativizó la cifra, se la rodeó de anestesia retórica, y, en definitiva, se buscó meter un brusco freno a lo que el mandatario había dicho en su discurso de presentación del presupuesto 2025, el domingo por la noche, en el Congreso nacional.
Gobernadores e intendentes habían reaccionado mal ante la presunta exigencia, sobre la base elemental de que muchos distritos le siguen reclamando acreencias no satisfechas a Nación. En el encuentro de hoy, del que participaron muchos mandatarios provinciales vía zoom, se intentó calmar la agitación de las aguas. Neuquén estuvo presente a distancia, representado, según se informó, por el ministro de Economía, Guillermo Koenig; y participó por Río Negro su gobernador, Alberto Weretilneck, también por videoconferencia.
“Hubo una buena recepción y una coincidencia en la necesidad de eliminar el déficit fiscal”, se afirmó, respecto de lo charlado, en la Casa Rosada. También se aceptó que el recorte del US$60.000 millones es un objetivo, pero que no tiene plazos concretos de cumplimiento. “Es una meta a la que hay que llegar. No será en un año, obviamente”, se aseguró.
El equilibrio fiscal había sido refrendado como objetivo por los gobernadores que acudieron al "pacto de Mayo", por lo que no es una cuestión nueva. En lo que hace a Neuquén, la provincia ha mostrado números equilibrados en los últimos meses, incluso con resultado superavitario.
