Brasil fue declarado país libre de fiebre aftosa sin vacunación por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), el máximo estatus sanitario internacional. Esto le permite exportar carne con hueso a zonas como la Patagonia argentina, que cuenta con ese reconocimiento desde hace más de diez años.
El anuncio se formalizó el 29 de mayo, durante la Asamblea Mundial de Delegados de la OMSA en París. La fiebre aftosa es una enfermedad viral que afecta al ganado y genera graves restricciones comerciales. Por eso, alcanzar este estatus implica años de trabajo sanitario, vigilancia y eliminación de la vacunación.
La agencia EFE indicó que el gigante sudamericano es el mayor productor y exportador de carne bovina del mundo, con comercialización en 90 países.
Con esta decisión, los cortes brasileños podrán ingresar al sur argentino con las mismas garantías sanitarias que la carne producida al sur del río Colorado. Sin embargo, los productores patagónicos expresaron preocupación: aseguran que compiten con desventaja frente a la carne brasileña, que llega con menores costos de producción.
"Nos exigen estándares altísimos, pero ahora podrían importar carne más barata con las mismas condiciones sanitarias", señaló un productor de Río Negro. El precio del asado en las góndolas podría reflejar esta diferencia: el kilo local ronda los $20.000, mientras que la carne brasileña podría costar la mitad.
La reciente Resolución 180/25 del SENASA, que habilita además el ingreso de carne del norte argentino a la Patagonia, agrava el malestar. Los productores piden una revisión de las normativas para garantizar reglas de juego parejas.
Brasil, por su parte, consolida su posición como potencia exportadora. Y Argentina enfrenta el desafío de equilibrar su política sanitaria sin descuidar a las economías regionales.