En medio de un clima social atravesado por la inseguridad y la sensación de impunidad, la Legislatura de Neuquén decidió dar un paso al costado en uno de los debates más sensibles del país: la baja de la edad de imputabilidad. Mientras la mayoría de los diputados provinciales votaron en contra de acompañar el dictamen nacional que propone reducirla de 16 a 14 años, un puñado de voces disidentes, como la del legislador Ernesto Novoa, encendió la polémica con argumentos jurídicos, datos regionales y casos concretos que sacudieron la discusión.
“Los adolescentes a partir de los 13 o 14 años comprenden perfectamente la gravedad de sus actos. Lo peor que le puede pasar a una sociedad es la impunidad”, argumentó el presidente del bloque Comunidad, quien defendió con firmeza su postura en diálogo con AM550.
Un debate atravesado por la inseguridad y el clamor social
En el marco de una agenda cargada de proyectos en materia de seguridad, la negativa a acompañar el cambio generó polémica. Para Novoa, la Legislatura provincial se perdió la oportunidad de enviar un mensaje contundente a la sociedad neuquina, que —según él— “exige respuestas” frente al aumento de delitos cometidos por menores.
“Todos los días, a través de la radio, escuchamos lo que la sociedad quiere, desea, necesita y exige. Pero parece que muchos legisladores están en otra cosa. No entiendo cómo no se da esta discusión de fondo”, lamentó el diputado.
La comunicación 293 aprobada por la Cámara expresa su rechazo al dictamen nacional, sin implicar una ley concreta pero sí fijando una postura institucional. El trasfondo es político: Neuquén no tiene competencia directa sobre el régimen penal juvenil, pero su voz, como la de otras provincias, suma peso en el debate nacional.
“No se trata de encerrar chicos”: la propuesta de Novoa
En su defensa, Novoa aclaró que la baja de imputabilidad no implica replicar el sistema penal adulto, sino construir un régimen específico con contención, educación y acompañamiento estatal. Asegura que muchos países del continente ya bajaron esta edad —entre ellos Brasil, Ecuador, Colombia y Chile— y que la Argentina, junto a Cuba, es la única que la mantiene en 16 años.
“Los menores tienen que ir a la escuela, acceder a becas, participar de clubes. Pero cuando cometen delitos graves y comprenden sus actos, también deben responder”, subrayó.
El legislador también citó casos emblemáticos de crímenes cometidos por menores, como el de Juan Calián, un joven neuquino asesinado por dos adolescentes. “No puede ser que los responsables estén hoy en sus casas, y uno de ellos incluso trabajando para su padre, un narco”, expresó con dureza.
¿Qué puede pasar ahora?
Aunque la provincia ya fijó su postura, la discusión de fondo se trasladará al Congreso Nacional, donde se definirá si la Argentina cambia o no su régimen penal juvenil. Para Novoa, esa discusión es inevitable y, tarde o temprano, llegará: “La sociedad ya está dando ese debate. La política no puede seguir en silencio mientras la impunidad crece”, cerró.