La joya minera de la Línea Sur fue revisada con lupa. En una nueva ronda de inspecciones, la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro fiscalizó las plantas de diatomita que operan en Ingeniero Jacobacci, para asegurarse de que cumplan con las condiciones ambientales establecidas por ley.
Las visitas se realizaron el lunes 17 de junio y apuntaron a verificar cómo se está trabajando en el tratamiento del mineral, en especial el proceso de trituración, el manejo de residuos y el cumplimiento de los parámetros técnicos que buscan minimizar el impacto ambiental.
“El control ambiental es clave para preservar los recursos naturales y garantizar que la actividad se desarrolle en forma responsable”, explicó Nicolás Jurgeit, subsecretario de Control y Fiscalización Ambiental de la provincia.
¿Qué es la diatomita?
La diatomita es una roca silícea que proviene de algas microscópicas fosilizadas llamadas diatomeas. Su uso más conocido es como arena sanitaria para gatos, aunque también se utiliza como fertilizante, material filtrante y absorbente. Jacobacci cuenta con uno de los yacimientos más importantes de Sudamérica, y su producción llega a clientes de todo el Mercosur, Centroamérica, Estados Unidos y Europa.
Los controles forman parte de un monitoreo periódico que impulsa el Gobierno provincial tanto en las plantas como en los yacimientos de extracción. “Queremos que el crecimiento de esta industria siga siendo compatible con el respeto al ambiente”, remarcaron desde el área técnica.
La explotación comercial de la diatomita en la región comenzó de forma modesta, con pequeños emprendimientos que surgieron a mediados del siglo XX. Fue recién en la década del 90 cuando la actividad empezó a ganar escala y protagonismo.
Desde 2005, el crecimiento ha sido sostenido y notable. El material se distribuye tanto en el mercado interno como en destinos internacionales, con una cartera de clientes que abarca el Mercosur, Centroamérica, Estados Unidos y Europa.