El invierno patagónico no da tregua ni en las rutas. Ayer por la noche, un vecino de San Martín de los Andes protagonizó un accidente en la Ruta 40 luego de impactar con animales sueltos mientras circulaba en su vehículo particular. El hecho ocurrió alrededor de las 20:30, en plena oscuridad, a la altura del acceso sur a la localidad.
El conductor resultó ileso, pero el vehículo quedó seriamente dañado y uno de los novillos murió en el acto, mientras que el otro animal quedó malherido a la vera de la ruta. La escena fue desoladora: frío, oscuridad, un auto destrozado y un hombre solo, sin poder avanzar.
“Estuve varado hasta pasada la medianoche, esperando que me auxiliaran. Recién cerca de las 4 de la mañana pude volver a casa”, relató el damnificado a FM de La Montaña.
Abandono y burocracia
Según su testimonio, la policía llegó al lugar recién una hora después del impacto, cerca de las 21:30, y permaneció allí por un par de horas. El auxilio finalmente llegó de la mano del ACA, aunque el proceso fue lento y dificultoso.
Cuando el vecino quiso realizar la denuncia formal, tampoco encontró respuestas claras: tanto en la comisaría como en Tránsito le comunicaron que solo le tomarían la denuncia si lo solicitaba la compañía de seguros. Una situación que expone las fallas en la atención a víctimas de siniestros viales, incluso en zonas de alta circulación turística y expuestas al riesgo animal.
Un problema que no es nuevo
La presencia de animales sueltos en rutas del sur es una problemática histórica, que ha provocado numerosos accidentes e incluso víctimas fatales. La falta de cercos, controles o sanciones hace que estas situaciones se repitan con frecuencia, especialmente durante la noche.