En un paso clave hacia la urbanización plena, la que hasta ahora era conocida como Toma La Familia dejará de ser un asentamiento informal para convertirse en un barrio más de la ciudad de Neuquén Capital. La medida alcanza a cerca de 300 familias que residen en el sector, y que ahora podrán acceder a servicios básicos, seguridad jurídica sobre su terreno y una mejora significativa en su calidad de vida.
El proceso de regularización será llevado adelante en conjunto por el municipio de Neuquén y el Gobierno provincial, e incluye la ejecución de obras de cloacas, agua potable, gas natural y cordones cuneta, fundamentales para garantizar condiciones dignas y seguras para quienes habitan en el lugar.
“La idea es arrancar con las obras y el proceso de adjudicación para que dentro de los próximos 45 días estemos en el barrio y en 12 meses tenerlo finalizado”, explicó Marcos Zapata, presidente del Instituto Municipal de Urbanismo y Hábitat (IMUH) en La Primera Mañana por AM550.
Aunque todavía no existe una mensura formalmente aprobada, sí hay una ordenanza municipal que establece la forma del barrio y respeta las líneas municipales, permitiendo avanzar con el desarrollo urbano. De esta manera, aunque no hay terrenos delimitados, si hay un espacio que ya empieza a dibujarse de otra manera.
Qué significa este cambio
Además del acceso a los servicios esenciales, el proceso contempla también el avance en la cuestión dominial, lo que permitirá a las familias obtener la escritura de sus terrenos y comenzar a pagar por sus lotes. “Vamos a trabajar de manera conjunta con el Estado provincial para que cada vecino pueda tener su escritura y comenzar a pagar el lote”, sostuvo Zapata.
En cuanto a la seguridad, otro de los aspectos que preocupa a los vecinos del sector, el funcionario indicó que el municipio aportará desde su rol institucional con acciones concretas como la instalación de luminarias LED y la mejora de la transitabilidad de las calles.
Con esta intervención, el Estado busca no solo mejorar el acceso a derechos básicos como la vivienda digna y los servicios públicos, sino también integrar plenamente el barrio al tejido urbano de Neuquén, brindando oportunidades concretas de desarrollo para cientos de familias que durante años vivieron en situación irregular.