Luego de varios días de suspensión por la ola polar que azota a la Patagonia, el sistema educativo de Río Negro comienza a retomar gradualmente sus actividades. El Ministerio de Educación informó que este miércoles 2 de julio se reanudan las clases en todos los niveles y modalidades en la mayoría de las localidades, incluidas Bariloche y El Bolsón, donde el frío extremo había obligado a interrumpir la presencialidad. Sin embargo, en Ingeniero Jacobacci y Los Menucos continuarán sin clases debido a las condiciones climáticas adversas que persisten en la Región Sur.
La decisión fue tomada tras una evaluación conjunta entre los Consejos Escolares, equipos técnicos y autoridades sanitarias, quienes monitorean el impacto de las temperaturas bajo cero, la presencia de hielo en rutas y el estado de la infraestructura escolar. En Jacobacci y Los Menucos, las mínimas previstas alcanzan registros bajo cero, con vientos moderados y ráfagas de hasta 26 km/h, lo que complica la circulación y el funcionamiento normal de las instituciones.
En el resto del territorio rionegrino, el regreso a las aulas se da con normalidad, salvo en aquellos establecimientos que ya contaban con suspensiones previas por problemas puntuales, como cañerías congeladas, fallas en sistemas de calefacción o cortes de agua. Las autoridades escolares mantienen contacto directo con las comunidades educativas para informar cualquier novedad y garantizar condiciones seguras para alumnos, docentes y personal auxiliar.
Desde Educación recomendaron extremar los cuidados ante el frío, especialmente en el traslado de estudiantes y en el uso de sistemas de calefacción en los hogares. La ola polar, que afecta a gran parte del país, también provocó suspensiones de clases en otras provincias como Mendoza, San Luis, Catamarca y Tucumán, donde se registraron temperaturas extremas, rutas intransitables y fallas en el suministro de gas. En Río Negro, el fenómeno dejó postales inusuales como canales de riego congelados en Roca y el canal Pomona cubierto de hielo, lo que refleja la magnitud del evento climático.