La aldea mágica de la Patagonia que no podes dejar de visitar

La Patagonia es uno de los lugares reconocidos a nivel mundial no solo por la belleza de sus paisajes, sino también por la gran cantidad de rincones y pueblos escondidos que hay para visitar que maravillan a los turistas. Este es el caso de la llamada “aldea mágica” ubicada  en Moquehue, un lugar de ensueño y muy visitado por aquellos que viven en Neuquén, pero que no es tan conocido para las personas que habitan otras partes del país o para los extranjeros.

Esta aldea mágica, tiene apenas 34 años, pertenece a la provincia de Neuquén, está ubicada a 1200 metros sobre el nivel del mar y limita a tan solo 15 km con Chile.  Moquehue tiene alrededor de 400 habitantes y esta contiguo a Villa Pehuenia, juntos se complementan para compartir gobierno.

Este lugar increíble y mágico, se puede visitar en todas las épocas del año, porque cuenta con playas de arena fina sobre los lagos Aluminé y Moquehue donde se puede hacer kayak, hidropedal, navegación a vela y buceo. Aunque parezca increíble,  este lugar es conocido como “el caribe patagónico”, porque la temperatura del agua en verano es muy agradable y tan cristalina que invita a la zambullida ya que son de las más cálidas de la región.

En invierno se pueden realizar diversas actividades como ir a esquiar en familia, hacer snowboard y disfrutar de trineos o motos de nieve porque muy cerca se encuentra el parque de nieve Batea Mahuida. Pero sobre todo, hay una gran presencia de naturaleza agreste acompañada de senderos que te invitan a recorrer el lugar.

Con respecto a los alojamientos en Villa Pehuenia existe una gran variedad de propuestas y predominan las cabañas en entornos naturales. Pero en Moquehue no hay que perderse de vivir la experiencia  de alojarse en domos o glamping, totalmente equipados como si fuera una habitación de un hotel, pero en un ambiente súper relajado porque estar bajo las araucarias milenarias escuchando las cascadas de deshielo no tiene comparación.

Villa Pehuenia – Moquehue es un lugar único para los amantes de la tranquilidad, la naturaleza y de los ambientes cordilleranos, con una destacada gastronomía que utiliza productos locales como el piñón y el fruto de la araucaria. Un gran lugar para descansar a orillas de un lago transparente o vivir la montaña desde múltiples actividades.