“Son sus flores preferidas. Cuándo se casó decoró todo el salón con ellas. Emiliano, su marido, le dijo que va a estar esperándola con un ramo enorme el día de su alta. Están en los emojis de los mensajes que nos mandamos entre la familia y los amigos. Y van a estar en la cabecera de su cama, en estos días largos que nos quedan hasta que se recupere. Porque son como un símbolo de esta lucha que encaramos”
La que habla es Carina Calfunao, la mamá de Alison, la joven neuquina de 29 años que el martes fue trasplantada con éxito en Buenos Aires, tras padecer dos paros cardíacos en Neuquén luego de ingresar a quirófano por una ligadura de trompas, que estaba programada pero tuvo consecuencias inesperadas.
Las flores a las que se refiere son los girasoles, ésos que su hija ama y que hoy todos comparten. Porque con su luminosidad son chispa de esperanza, y un rayo de alegría que quieren acercarle, en estas horas cruciales que vive desde su cama de internación del Hospital Italiano.
Es que su flamante corazón late con fuerza, pero deben descartar por completo que exista algún rechazo.
“Lo que más quisiera es que le saquen la respiración asistida, porque sigue entubada. Y eso la pone muy incómoda. Yo sé que cuándo pueda estar libre de esos tubos se va a sentir más calma. Después tendremos que acompañarla, ir contándole lo de su piernita, que tuvo que ser amputada. Todavía eso no lo sabe, pero entre todos y con apoyo psicológico saldrá adelante” compartió, esperanzada.
Mientras tanto, Carina y el resto de sus familares lo llenan todo con ese amarillo estimulante de los girasoles. Los mandan junto a los mensajitos de apoyo, los suman a los posteos en las redes, y estarán en ese ramo gigante que está cada vez más cerca de los brazos de la chica, porque es el que coronará su alta, en cuánto pueda darse.
“Eso le dijo Emi, mi yerno, cuándo habló con ella. ‘Mi flaca hermosa, te vamos a esperar con girasoles’. Y no sabés las ganas que tenemos de entregarle sus flores, y salir caminando con ella de este hospital…Ésa es nuestra mayor esperanza” confió la mujer, emocionada.
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