River y su secreto en la montaña

Nada de lo que hace Marcelo Gallardo es comparable con otros Head Coach en nuestro país. Por eso desde el momento que decidió que la pretemporada se llevaría adelante en San Martin de los Andes, el Muñeco sabía cuál era el trabajo a realizar.

Posiblemente no haya sido un acondicionamiento físico habitual, al menos no como el que suele hacerse en cualquier club de Argentina. En este caso el técnico campeón del fútbol argentino, que hoy está cumpliendo 46 años, revalorizó cuestiones que nunca deberían pasar de moda: las relaciones humanas.

Entonces el cuerpo técnico alternó un trabajo físico exigente con actividades de relax que muy bien sabe ofrecer la cordillera neuquina. No faltaron las horas en bicicleta por los imperdibles senderos sanmartinenses, ni las risotadas y cánticos por los rápidos del Chimehuín, con testigos que no podían acreditar la situación. Y menos el asado a orillas del rio Quilquihue, donde las charlas por grupo y las acnédotas revividas se mezclaron con un paisaje que acobijó como propio al conjunto de Nuñez.

A diferencia de la pretemporada del año 2020, en esta ocasión no le faltó por hacer nada a Gallardo y sus dirigidos. La sintonía fue tal con la localidad que por momentos su visita (salvo en la llegada) pasó desapercibida. Mucho tuvo que ver también la hospitalidad y respeto con el que los vecinos de San Martín de los Andes y habituales turistas, conviven en esa aldea de montaña.

No hubo esta vez la locura generalizada de hace dos años atrás, cuando más de 20.000 hinchas recibieron al plantel y lo acompañó por la ruta hasta el hotel, inmortalizando esa postal deportiva para nuestra provincia. En aquella oportunidad el equipo Millonario estuvo mucho más en contacto con la gente. Está claro que eran otras las circunstancias sanitarias, en esta segunda visita, el Covid pega más fuerte que nunca.

Así y todo, hubo grupos de fanáticos agolpados contra las vallas del Loi Suites Chapelco, que mostraron a diario todo el cariño por sus ídolos. Es por eso que ayer, horas antes de regresar a Buenos Aires para seguir con los trabajos en River Camp, los jugadores quisieron tener un gesto con los simpatizantes que acompañaron estos días al Millo en la localidad  neuquina.

Guardando las distancias protocolares, todos los jugadores se dirigieron hasta las vallas y, a un par de metros, saludaron a un grupo de hinchas que los esperaba allí. Y esta vez fueron los jugadores los que terminaron aplaudiendo a la gente, reconociéndoles el esfuerzo y la fidelidad.

River después de 8 días deja San Martín de los Andes y la sensación que deja, es la de haber encontrado en la montaña del sur de Neuquén un lugar en el mundo.  Mucho tiene que ver la comodidad y relajo con la que se mueve Gallardo y su tropa por estas tierras patagónicas. Evidentemente la energía que se dispensan, es recíproca. Por eso posiblemente mientras el Muñeco sea técnico de River,  la última pretemporada de su equipo a orillas del Lacar, sea la próxima.