San Lorenzo vive momentos de incertidumbre tras la renuncia de Leandro Romagnoli como director técnico. El ídolo azulgrana tomó la decisión este domingo, horas después del empate 1-1 frente a Godoy Cruz, en un encuentro pendiente de la tercera fecha de la Liga Profesional.
Romagnoli, conocido como el Pipi, comunicó su decisión de manera oficial al plantel y se despedirá formalmente este lunes. El desgaste acumulado, sumado a los malos resultados, lo llevaron a dar un paso al costado. Ya había intentado renunciar tras la derrota ante Atlético Tucumán en la décima jornada, pero en ese momento la dirigencia logró convencerlo de seguir para enfrentar los octavos de final de la Copa Libertadores. Sin embargo, la eliminación a manos del Atlético Mineiro terminó por acelerar su salida.
Un ciclo a la deriva
Romagnoli deja al equipo en una situación preocupante: San Lorenzo está a 8 puntos del descenso en la tabla anual, con solo diez fechas por disputar. La dirigencia, encabezada por Marcelo Moretti, deberá actuar con rapidez para encontrar un sucesor que enderece el rumbo. Hasta el momento, no hay nombres concretos en carpeta, pero la presión del calendario obliga a tomar decisiones inmediatas.
El Pipi se formó en abril de 2024, tras la salida de otro ídolo del club, Rubén Darío Insúa . Hasta entonces, se desempeñaba como entrenador de la Reserva y había tenido un breve interinato en 2020. A pesar de su vínculo emocional con el club, los resultados no acompañaron su gestión. En 26 partidos al frente del equipo, obtuvo 7 victorias, 9 empates y 10 derrotas.
El mensaje de despedida del San Lorenzo
El club emitió un comunicado para agradecerle a Romagnoli y su cuerpo técnico por el trabajo realizado:
“Leandro Romagnoli le comunicó en la tarde de hoy al presidente Marcelo Moretti su decisión de dejar de ser el técnico de San Lorenzo. Solo nos quedan palabras de agradecimiento para el Pipi y su cuerpo técnico por privilegiar siempre las necesidades del club por sobre todas las cosas. Con el dolor de su partida, lo despedimos con la certeza de que en el futuro nuestros caminos volverán a cruzar. ¡Muchas gracias, Pipi! ¡San Lorenzo es tu casa!”