La explotación de estos recursos es imprescindible para satisfacer el crecimiento de la demanda de hidrocarburos, ya que todavía, y por varias décadas, no tendremos fuentes energéticas alternativas para poder reemplazarlos. Además, nuestro país tiene un gran potencial de hidrocarburos no convencionales, lo que nos permitiría volver a recuperar el autoabastecimiento, garantizar así nuestra seguridad energética y ahorrar miles de millones de dólares que hoy gastamos en importación de energía. Es en este contexto que algunos grupos ambientalistas locales están copiando un discurso antifracking naif que sin sustento ni evidencias científicas ha proliferado en EE.UU. y algunos países europeos. No proponen alternativas viables al desarrollo del shale y tampoco pruebas de los supuestos daños ambientales que podría causar la explotación de estos recursos. A veces, este discurso es receptivo por parte de la población, que sin conocimientos de la problemática, tiene una natural preocupación por las cuestiones ambientales.
Sin embargo, cuando de dar evidencias se trata, algunos "personajes” de la causa antifracking reconocen su desconocimiento. Como ejemplo de esto tenemos el caso de Roberto Ochandío, un eco- activista que se presenta en diferentes ciudades del país para hablar en contra del desarrollo del gas y petróleo no convencional.
Así, en una declaración ante un juez que investigaba una medida cautelar, declaró que: "no tiene la especialidad en materia ambiental y que por esta razón no puede emitir un juicio de valor respecto a las normas ambientales aplicadas”. Lo extraño es que Ochandío fue el perito, supuestamente experto, presentado por Marcelino Luis Pintihue, demandante de la acción cautelar contra YPF para que no utilice agua y la técnica de estimulación hidráulica en un pozo del yacimiento "El Trébol”, en Chubut.
En este mismo escrito, se destaca que: "Respecto al punto de pericia sobre el riesgo de contaminación de las fuentes de agua del Trébol, declara (Ochandío) que el agua subterránea no es su especialidad”.
Fuente: Diario Unoentreríos - Víctor Bronstein. Director del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad (CEEPyS)