Un DNU dejará en manos de IEASA el transporte de gas

El Secretario de Energía de la Nación Darío Martínez anticipó que el gobierno nacional prepara un decreto de necesidad y urgencia (DNU) que dejará en manos de Integración Energética Sociedad Anónima (IEASA) la concesión del transporte de gas desde Vaca Muerta con el nuevo gasoducto Néstor Kirchner. Se trata de una obra central para el país, que la empresa estatal deberá licitar. Todo lo que demore en ese proceso podría contarse en dólares adicionales que el país deberá pagar en concepto de compra de gas al exterior, una sangría que ya impactó crudamente en el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

Al margen del aspecto administrativo, dado por resoluciones y un "inminente" DNU, la Secretaría, según informó, firmó pagos desde el año pasado para la transferencia a IEASA de fondos para el transporte de gas.

Martínez expresó que en septiembre 2021 firmó órdenes de pago por $ 60.190.000.000 para que la Tesorería transfiera a la ex Enarsa los fondos de la Ley 27.605 de Aporte Solidario, y en diciembre hizo lo propio con una orden de pago por $59.000.000.000. Son fondos previstos para estas obras en el Presupuesto 2021.

"Construiremos y licitaremos la primera etapa a través de IEASA, cuyos equipos ya están trabajando con el objetivo de acelerar al máximo los tiempos, con la colaboración de los técnicos de nuestra secretaria", dijo el Secretario esta tarde.

Martínez dijo que la Secretaría firmó la resolución N°  67/2022, que creo el Programa Sistema de Gasoductos Transport.Ar Producción Nacional, que tiene por objeto construir a través de IEASA el Gasoducto Nestor Kirchner y una serie de obras complementarias y de ampliación del actual sistema de transporte.

Esa resolución, sostuvo Martínez, "será complementado por un DNU de inminente firma, que otorga la concesión del transporte del nuevo Gasoducto a IEASA y la autoriza a constituir un fideicomiso como herramienta de administración financiera del Programa".

Agregó que "este conjunto de obras decidido por el presidente Albero Fernandez y la vice presidenta Cristina Fernández de Kirchner, significan el más ambicioso plan de ampliación del sistema nacional de transporte de Gas".

Cuando esté finalizado, este tendido podrá ampliar la capacidad de transporte desde Vaca Muerta en 44 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) y "así utilizar producción nacional y trabajo argentino para sustituir miles de millones de dólares de importaciones actuales de GNC y Gas Oil", señaló el secretario. 

Confirmó que "el financiamiento para la primera etapa está completamente garantizado con fondos del tesoro, y los que la ley 27.605 de Aporte Solidario le otorgó a IEASA", y agregó que "se trata de una inversión de 1.566 millones de dólares, que tiene como obra central el tramo Tratayén a Salliqueló del Gasoducto Néstor Kirchner, más otras obras como ampliación de capacidad del Centro Oeste, el Gasoducto Mercedes a Cardales, la ampliación del Neuba II en Ordoqui, los tramos finales Norte y Sur de Amba, y las dos primeras etapas de la Reversión del Gasoducto Norte".  

Martínez explicó que esta primera etapa "permitirá ampliar en 24 MMm3/d la capacidad de transporte, y generar puestos de trabajo, producción y ahorros significativos para el país, porque más capacidad de transporte significa la posibilidad y el desafío de producir Gas Argentino para ser transportado, y no dudo que los trabajadores, técnicos, Pymes y las empresas productoras, lo harán realidad, transformando las reservas del subsuelo, en energía  para el país".

Como lo viene informando este medio, la licitación del tendido iba a realizarse en diciembre pasado, para tratar de llegar con la obra al invierno del 2023, en medio del pico de demanda de ese año. Pero esas intenciones quedaron en la postergación. No hubo explicación oficial acerca de esas demoras, que son difíciles de entender en un momento en el que las dilaciones implican mayores costos, que ya Argentina debió afrontar el año pasado. 

Los precios récord del GNL (Gas Natural Licuado) que importa el país son un desafío de magnitud para el país, que necesita reemplazar lo más rápido posible estas compras de gas, agravadas por el contexto mundial de presión sobre el suministro que eleva los precios, e incrementa el gasto en dólares de argentina.