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Una perito "trucha" con oscuro historial en Neuquén

Acusada de usurpación de títulos y honores, sin ninguna explicación lógica, María Luisa Lezcano interviene en la investigación de la desaparición del nene correntino .
Jueves, 21 de noviembre de 2024 a las 20:31

La desaparición del pequeño Loan Peña, de 5 años, en 9 de Julio, Corrientes, hace cinco meses, todavía sigue conmocionando al país. Nadie se explica porque a pesar del tiempo transcurrido no hay una pista medianamente certera de lo que ocurrió. No es el primer caso, donde a una persona "se la traga la tierra" en cuestión de minutos, pero probablemente sí sea el caso donde las mentiras y desviaciones lo convierten en un hecho enmarañado que  encuentra a la investigación prácticamente en un punto muerto.

El pequeño Loan Peña, de 5 años, desapareció en 9 de Julio, Corrientes,

Seguramente tiene mucho que ver la cantidad de personajes que pasaron por la escena de la desaparición y posterior investigación. Familiares presos desde el primer día, cambiando  sus versiones sobre lo ocurrido. El comisario que debía liderar la búsqueda, detenido también. Miembros del Poder, sospechados. Abogados  que van y vienen complejizando la causa. Una investigación de la Justicia provincial casi descartada, y una nueva a manos de la Justicia Federal por cambio de carátula que tampoco avanza.  Colaboradores extraños. Fundaciones de renombre que niegan haber enviado gente, y así podríamos seguir agregando actores que nada aportaron, pero sí confundieron.

Nadie, ninguno, pudo desandar el camino de Loan, para llegar a determinar qué le ocurrió al menor mientras, supuestamente, juntaba naranjas a metros de la casa de su abuela, en pleno paraje correntino.

Y como si fuera poca la confusión, en medio de tanto berenjenal, aparece haciendo su propia investigación, sin orden policial ni judicial, la figura de María Luisa Lezcano,  una  pseudo estudiante de grafología,  que también suele presentarse como abogada, cuyo perfil en redes indica que presta "servicios a la comunidad/servicios de justicia", pero que -inexplicablemente- se movió con total libertad, circuló por diversos medios de comunicación, brindó charlas de búsquedas de personas, se puso a disposición de todos los abogados  y hasta fue tenida en cuenta por la jueza del caso, y citada a declarar en un par de oportunidades. También le allanaron su casa en Mendoza.

Lezcano, logra que Mónica Millapi, Antonio Benítez, y un tercer imputado, Daniel Ramírez, le envíen copias de sus documentos de identidad de donde escanea sus firmas para mandar a analizar. Le pide a su profesora del instituto que forma peritos,  que le haga un informe, y luego borra el nombre de la profesional y coloca el suyo. Ese documento fue a parar al expediente judicial. Nadie sabe por qué y para qué.

María Luisa Lezcano duerme en la comisaría de 9 de Julio, sin que ningún superior lo sepa o se interese en saber.  Sin embargo "investiga" junto al comisario Julio Maciel, que también termina preso. 

El fiscal del caso asegura que jamás le pidió ningún tipo de tarea, porque no necesitaba ninguna prueba grafológica, y en caso de requerirla, el Poder Judicial correntino cuenta con los peritos necesarios.

Esta mujer que se mueve impunemente, logró también caminar, pisar y probablemente modificar el espacio geográfico donde se dio la desaparición del pequeño.

Lezcano aparece haciendo su propia investigación, sin orden policial ni judicial.

Hasta ahí todo es muy extraño. Mucho más lo es cuando ahondamos en la búsqueda de los antecedentes de esta mujer. 

 

El pasado oscuro de Lezcano en Neuquén

La mujer en cuestión tiene un pasado judicial en nuestra provincia. Fue soldado voluntaria desde  el 4 de abril del 2005 hasta su baja, el 17 de enero de 2006. Apenas ocho meses y unos pocos días, vistió el uniforme del Ejército Argentino. Sin embargo, estando en Aluminé, llegó a presentarse en actos oficiales enfundada en ropa de la institución, con la "tira" con el grado de Capitán. Se dice que llegó a pasar revista en una formación junto al ex gobernador Omar Gutiérrez, en 2018.

Fue soldado voluntaria desde  el 4 de abril de 2005 hasta su baja, el 17 de enero de 2006. Sin embargo, posteriormente, estando en Aluminé, llegó a presentarse en actos oficiales enfundada en ropa de la institución, con la "tira" con el grado de Capitán.

Durante el mismo año, un policía de la Comisaría 48 de Mariano Moreno, observa a esta mujer enfundada en el uniforme de oficial del Ejército, intentando hablar con el gerente de la sucursal del Banco Provincia del Neuquén.

El policía, haciendo gala de su buena memoria, reconoce a la mujer por haber participado en un allanamiento en Aluminé, y  con ayuda de un móvil de la comisaría, decide seguir el recorrido del automóvil  Renault Clio, conducido por Lezcano que emprende hacia Zapala. 

Logran interceptarlo antes de ingresar a la ciudad, pero el automóvil no se detiene. Posteriormente logran su cometido en la Ruta Provincial 14. Allí, la mujer se identifica con su nombre, y asegura trabajar en el  BAL (Base de Apoyo Logístico) de esta ciudad, ostentando el grado de Capitán de dicha fuerza. Lezcano iba acompañada de otra mujer y tres menores.

Precavido, el policía se comunica con el jefe de la Base de Apoyo Logístico, quien le confirma que no conocen a  ninguna persona con esa identidad que forme parte de las filas militares en ese lugar. Para ratificar la información, el Teniente Coronel Ovidio Noceda se apersona a la comisaría.

Con la evidencia firme, dan intervención al Ministerio Público Fiscal de la provincia, donde se procede a  la requisa personal de Lezcano, el secuestro de la indumentaria y/o atributos pertenecientes al Ejército Argentino, y el registro del vehículo en el que se movilizaban. Así es que se le retiene toda la indumentaria militar, más la que voluntariamente luego entregó el esposo.

Con estas pruebas , se imputa a Lezcano por  el delito de  "usurpación de autoridad, títulos y honores previsto y reprimido en los arts. 246 y 247 del Código Penal ",  delito cuya pena máxima es de un año de prisión. 

La causa posteriormente pasa a manos de la Justicia Federal. En este devenir, transcurrió el año que probablemente hubiera recibido como condena, por lo que en el año 2021, el juez federal subrogante Gustavo Zapata da por extinguida la causa por prescripción de la acción penal, y Lezcano queda sobreseída. Las ropas militares son remitidas a la Base de Apoyo Logístico del Ejército en Zapala, por "pertenecer a la Institución".

Lezcano, ante la sociedad, nunca cometió un delito. Probablemente esta impunidad la impulsó a continuar su derrotero mitómano,  a hacerse pasar por abogada o  perito grafológico,  "investigar" por su cuenta, o de algún cómplice ,en una causa compleja como la desaparición de Loan, enmarcada en trata de persona, y probablemente plantar o hacer desaparecer pruebas imprescindibles para avanzar en la causa.

A veces los errores de la Justicia favorecen el accionar de enfermos o inescrupulosos que hasta pueden ser capaces de hacer desaparecer a un niño o ser cómplices de quienes lo hacen.

 

 

 

 

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