No era una carnicería sobre ruedas, pero casi, y sin control de frío ni papeles a la vista. El Cuerpo de Seguridad Vial de Chichinales frenó una Renault Kangoo en un operativo de rutina sobre la Ruta Nacional 22. Lo que parecía un control más terminó con la incautación de 225 kilos de productos cárnicos que eran transportados sin la más mínima norma sanitaria.
Adentro del utilitario viajaban 75 kilos de hamburguesas, 70 de chorizos y otros 80 de carne picada, todo mezclado, sin refrigeración adecuada, sin documentación respaldatoria y, lo más grave, sin garantías de que esos alimentos no terminaran en alguna parrilla o mesa familiar de la región.
El personal de Seguridad Vial, al detectar la carga, activó de inmediato el protocolo con SENASA, que labró el acta correspondiente y dispuso el secuestro total de la mercadería. Todo será destruido.
El conductor y su acompañante fueron notificados en el lugar, aunque no quedaron detenidos. Según fuentes oficiales, la infracción no solo compromete normativas de transporte, sino también la salud pública, por tratarse de productos perecederos sin trazabilidad ni condiciones mínimas de conservación.
Desde la Policía de Río Negro destacaron que estos controles apuntan a frenar una práctica que se repite más seguido de lo que se admite, la circulación de alimentos sin garantías, lo que representa un riesgo sanitario directo para los consumidores. No es la primera vez que una Kangoo termina en las noticias por razones gastronómicas.