Por primera vez en la historia mundial, una abeja silvestre utilizó restos de bolsas para construir su nido, dejando de lado los pétalos y hojas que son la materia prima original para esa tarea. El hallazgo se produjo en un campo experimental de San Juan y el Dr. en Biología Juan Pablo Torreta, confirmó por AM 550 y 24/7 Noticias la “preocupación” y alarma que esto significa.
El especialista, referente nacional del tema, investigador de la Universidad de Buenos Aires, del INTA y del Conicet, informó que la instalación de trampas construidas con pequeñas cañas para que las abejas realicen sus nidos fue la herramienta para descubrir esta actitud de abejas silvestres argentinas.
Estos insectos, de la especie “Megachile”, tienen “hábitos solitarios y usualmente recortan pedacitos de flores, hojas y otros elementos de la naturaleza para construir sus nidos”. En diálogo en el programa “Viaje al puerto de la noche”, Torreta indicó que el descubrimiento permitió observar que “en este caso construyó las tres celdillas que componen el nido con dos tipos de plástico que habrá encontrado en sus alrededores”. Agregó que esta especie “pone un huevo en cada una de las celdillas, junto con polen y néctar para que cuando la larva emerja, pueda alimentarse”.
Torreta sostuvo que “está en riesgo” la población de abejas silvestres (que viven y se alimentan en las zonas periféricas de los campos) debido al avance de los monocultivos en la Argentina y además por la utilización de agroquímicos “que eliminan las malezas y la multiplicidad de flores y fuentes de alimentación” de las más de mil especies de estos insectos silvestres que se conocen en nuestro país.
“La mayor parte de las abejas son solitarias y éstas son las más efectivas en la polinización de muchos cultivos, pero las abejas sociales como Apis mellifera dominan por su gran número", sostuvo. Una colmena de Apis "puede tener 50 o 60 mil abejas”, informó.