Roca: una elección sin emociones

La elección en la que los roquenses le dieron un nuevo mandato de cuatro años a María Emilia Soria como jefa comunal de General Roca, amerita varias lecturas e interpretaciones, pues al concluir este segundo período, la familia Soria habrá permanecido un cuarto de siglo al frente del segundo municipio más importante de Río Negro.  

Una elección tempranera que no despertó emociones salvo en la dirigencia de los partidos políticos. Una elección que tuvo un ausentismo importante (si todos los ausentes hubieran votado una misma lista, hoy serían la segunda fuerza). Una elección que deja al sorismo por cuatro años más al frente de la segunda ciudad en importancia de la provincia. 

En un mes, la elección de renovación de autoridades provinciales habrá de mostrar la segunda foto que, al cotejarla con esta, permitirá determinar –en términos individuales- si María Emilia tiene proyección más allá del ejido municipal roquense (una construcción más onírica que real). Y –en términos de conjunto- cuánto caudal electoral conserva/perdió el sorismo. 

Es oportuno preguntarse cómo jugó Juntos Somos Río Negro en la disputa del poder local. Si buscó arrebatarle el dominio a la familia Soria, el pobre resultado obtenido encuentra explicación en una de las estrategias discursivas.

Carlos Banacloy abogó por una ciudad “menos aislada” con “todos los roquenses del mismo lado”. Si una isla existe es porque un trozo, una fracción, de tierra se encuentra más elevada que el nivel del agua que la rodea. La tierra son los Soria, el agua es el albertismo. Por lo que apelar para que “todos” estén del “mismo lado” es casi un anuncio de lo que vendrá y ¿una descripción de los once años que lleva la gestión de Weretilnek-Carreras?  Planteado así, una advertencia de “peligro” no despierta empatía. 

Por otro lado, si fue “discreto” el interés en arrebatar el control local habrá de recordarse que, desde el regreso a la democracia, excepto Osvaldo Álvarez Guerrero en el ´83 y Arabela Carreras ahora, todos los gobernadores fueron del Alto Valle; Verani, Massaccesi, Saiz, Soria y Weretilnek. Dos de los nombrados, antes de asumir como gobernador, fueron intendentes de General Roca. Un antecedente que envalentona falsamente a María Emilia e ¿inquieta? a Alberto.