Descubren ave que habitó la Patagonia junto con los últimos dinosaurios

Un equipo de Paleontólogos del CONICET, a cargo de el paleontólogo Fernando Novas, realizó un nuevo hallazgo de gran relevancia científica en la Provincia de Santa Cruz. Se trata de los restos de una nueva especie de ave con alta capacidad de vuelo y maniobrabilidad que tendría alrededor de 70 millones de antigüedad. Habría convivido con los últimos dinosaurios que habitaron estas tierras.

Según informaron desde CONICET, la pequeña ave, perteneciente al extinto grupo de los enantiornites, tendría el tamaño de un gorrión. “Los enantiornites son un grupo de aves antiguas que, a diferencia de las aves modernas y al igual que los dinosaurios, no logró sobrevivir al meteorito que cayó en la Tierra hace unos 66 millones de años y que produjo lo que conoce como la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno. Sin embargo, antes de extinguirse, este grupo de aves, que se diferencia de las actuales principalmente por características primitivas como la presencia de dientes y de manos con garras agudas, alcanzó un importante grado de diversificación que se desplegó a lo largo de todo el Período Cretácico, dando lugar a especies voladoras, acuáticas, e incluso buceadoras, algunas de las cuales superaron la envergadura de un ganso”.

Foto: El húmero de Yatenavis. Fuente: CONICET.

Seguían explican los investigadores, a la hora de contextualizar el hallazgo se tienen en cuentas muchas variables como, por ejemplo, no perder de vista que hace 70 millones de años el ambiente patagónico era muy distinto al de hoy. “La cordillera de los Andes no existía y donde hoy predominan mesetas y desiertos, había bosques y cuerpos de agua que albergaban peces, ranas, tortugas, serpientes y cocodrilos enormes”, afirma Gerardo Álvarez Herrera, becario doctoral del CONICET en el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACNBR, CONICET) y primer autor del artículo en la revista especializada Cretaceous Research sobre esta nueva especie, bautizada como Yatenavis ieujensis.

Foto: Posible aspecto en vida de Yatenavis. Ilustración: Florencia Zorzoli. Fuente: CONICET.

De acuerdo con los investigadores, hay marcas de músculos en el húmero que son indicadoras de que Yatenavis tenía una alta capacidad de vuelo y maniobrabilidad, rasgo que lo asemeja a los pájaros modernos que habitan bosques y selvas, y que son excelentes acróbatas a la hora de esquivar árboles y arbustos mientras vuelan a gran velocidad.

Al respecto de esta nueva especie, Álvarez Herrera agregó: “Aunque solo se encontró la mitad distal de un húmero derecho, podemos saber que Yatenavis combina una serie de características que lo hacen único dentro de los enantiornites y que nos permiten asignar los restos encontrados no solo a una nueva especie sino también a un nuevo género”.

Foto: Parte del equipo del Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados del MACNBR busca fósiles en la Estancia La Anita. Fuente: CONICET.

Desde la institución científica destacaron que el hallazgo de restos de estos tipos de aves del Cretácico es muy poco común, dado que sus huesos eran muy frágiles; y Yatenavis es, hasta el momento, uno de los enantiornites más australes de los que se tenga registro y que se haya podido nombrar. A esto se debe el gran valor científico de este descubrimiento.

¿Dónde?

Los restos fósiles de esta ave del Cretácico fueron encontrados a comienzos de 2022 en la Estancia La Anita, al sur de El Calafate, en la Formación Chorrillo. Vale destacar que en el año 2019 se descubrió un gran yacimiento paleontológico en esta Formación.

Foto: Paleontólogos trabajan en la zona en la que fue hallado el húmero de Yatenavis. Fuente: CONICET.

A partir de ese momento, allí fueron descubiertos otros dinosaurios y restos fósiles de gran interés científico como Maip macrothorax, el megaraptor más grande conocido hasta el momento, el herbívoro gigante Nullotitan glaciaris, entre otros, además de restos de otras aves, mamíferos, tortugas, serpientes, anuros, caracoles y plantas.  

“Los hallazgos en la Formación Chorrillo constituyen un tesoro que por primera vez nos permite indagar qué ocurrió con los dinosaurios y otras especies extintas en el extremo sur de nuestro continente, y contrastarlo con lo que se conoce del norte”, explicó Álvarez Herrera.