Las grandes tiendas chilenas hicieron sonar las alarmas al empezar a notar una menor presencia de turistas argentinos luego del anuncio del gobierno de Javier Milei de eliminar progresivamente los aranceles a la importación de celulares y reducir impuestos internos a productos tecnológicos y textiles.
Medios periodísticos chilenos recogieron la preocupación y ejercieron presión sobre el Senado de su país para que active el proyecto de ley de devolución del 19% del IVA a los argentinos que cruzan la cordillera en tours de compras, que desde diciembre "duerme" en la comisión legislativa a la que fue devuelto tras su aprobación en general.
La iniciativa había sido presentada formalmente a fin de incentivar la llegada de turistas, especialmente argentinos, que realizan compras en Chile y así dinamizar la economía del sector turístico y comercial, particularmente en zonas fronterizas.
La perceptible deserción de consumidores vecinos en ciudades trasandinas clave ha sido una repercusión inmediata al abaratamiento de las importaciones desde Argentina de celulares, notebooks y consolas de videojuegos, que eran los artículos más demandados, ya que prácticamente cubre la diferencia del 30% al 60% en el precio que causó la denominada "fiebre" de turismo de compras.
Productos tecnológicos como televisores y electrodomésticos, incluyendo freidoras de aire, figuraban también entre los preferidos de los que acudían con dólares a la amplia oferta y promociones en centros comerciales como Costanera Center, Parque Arauco y Easton Outlet Mall.
Asimismo, los paquetes incluían vestuario, calzado y artículos para el hogar, sectores que experimentaron un aumento considerable en la demanda, incluso generando en algunos casos desabastecimiento.
Devolución de impuestos
El proyecto de ley que contempla la devolución del IVA del 19% a turistas extranjeros permanece estancado desde fin de año, pese al apoyo de sectores empresariales y políticos.
Aplicaría exclusivamente a bienes físicos adquiridos para uso personal, excluyendo servicios y consumos cotidianos, lo que limita su alcance pero apunta con precisión al perfil de quienes cruzan la cordillera con fines de compra.
Para acceder al beneficio, los turistas deberían presentar la factura de compra y su pasaporte ante funcionarios de Aduanas al momento de salir del país, ya sea en aeropuertos o pasos fronterizos. Luego, tras la verificación, se les entregaría un formulario sellado que habilita el reembolso del IVA.
Un mecanismo similar se ejecuta en Estados Unidos con el tax que se reintegra al salir del país.
La devolución del IVA, apuntan, consolidaría a Chile como un polo de atracción comercial y turístico para los argentinos.
Fuentes trasandinas advierten que el IVA ya no se cobra en Chile cuando se paga en dólares y que la incidencia en dólares del turismo argentino, aunque es importante y mueve la aguja del comercio minorista, en definitiva no es decisiva para la economía, ya que serían unos 1.000 millones de dólares anuales en gastos.
Fortalecimiento del turismo
El Ejecutivo chileno visualizaba el año pasado esta medida como parte de una estrategia más amplia para fortalecer el turismo no solo desde el ahorro, sino también desde la experiencia integral.
El aumento en turistas desde Argentina superó el 140% en comparación con el año pasado en el mismo período.
Según estimaciones de Nicolás Garrido, director del Instituto de Políticas Económicas de la Universidad Andrés Bello, el gasto generado por estos visitantes equivale a entre el 1% y 2% de las exportaciones trimestrales chilenas, contribuyendo con cerca de un punto porcentual al PIB del primer trimestre.
Regiones como Osorno, Temuco o Puerto Montt, con infraestructura turística consolidada, sí podrían beneficiarse al articular la devolución del IVA con la promoción de servicios, gastronomía y paisajes, fomentando un turismo de valor agregado más allá del consumo puntual, aducen.
Expertos y representantes del sector señalan que el impacto fiscal de la devolución del IVA sería mínimo en comparación con los beneficios económicos que generaría.
El turismo de compras se convirtió en un factor clave en el incremento del tráfico hacia Chile, especialmente de visitantes argentinos, que en 2024 dejaron más de US$ 1.000 millones.
En los primeros nueve meses de 2024, casi 1.400.000 argentinos visitaron Chile, superando el total de todo 2023, lo que impulsó significativamente las ventas minoristas en la Región Metropolitana y en las zonas del sur como Osorno, Puerto Montt y Coyhaique.