El jueves por la tarde el Frente para la Victoria presentó la lista del PJ y en una cuidada escenificación mostró a la primera línea del partido junto a los integrantes de la fórmula. La presencia de Oscar Parrilli presidiendo la reunión y Javier Bertoldi sentado a su lado son la imagen-resumen de lo que se logró en el Frente y en el peronismo neuquino. El Secretario de Inteligencia es desde siempre un artificie del kirchnerismo además de ser uno de los más antiguos integrantes del gobierno. No podía dejar escapar a nadie. La rebelión de Bertoldi implicaba una debilidad en la propuesta y lo alcanzado en la construcción de la lista de diputados provinciales es un paso muy importante para lo que resta de campaña. La unidad mostrada el jueves fortalece la opción que integran Rioseco-Ciampini y complica a la dupla Quiroga-López en la disputa por convertirse en la principal oposición ante el MPN.
El cierre de lista para la legislatura también ha dejado al descubierto cual es la estrategia de los principales protagonistas en este segmento de la boleta o la oferta para integrar la Legislatura. Aunque se puede notar claramente que las listas no están hechas desde una visión programática sino más bien con una visión de captura de votos. Los números sobre las ideas. Esto explica la convivencia de Jesús Escobar en una colectora de Ramón Rioseco y la de Gabriel "Tom” Romero en la de Pechi Quiroga con Carolina Rambeaud. Por el lado del Movimiento Popular Neuquino la cantidad de colectoras inscriptas son un muestrario de cómo ha funcionado el esquema de alianzas montado desde el gobierno de Jorge Sapag, tanto en la Legislaturas como con los municipios y con las organizaciones sociales. Una réplica de lo que ocurre en la realidad del gobierno día a día. Lo que nadie garantiza es que las cinco colectoras continúen en carrera una vez concluido el plazo de observaciones en la justicia, fundamentalmente de aquellas en las que resuelve la justicia Federal.
La idea de cambio y continuidad es la que está en disputa y en esa confrontación dialéctica cada cual toma posición. Lo hace Quiroga cuando habla de que hace 50 años que gobierna el MPN y le responden desde el mismo oficialismo que él también lleva años gobernando el municipio o cuando Ramón Rioseco debe hacer contorsionismo dialéctico para hablar de cambio en Neuquén y defender el modelo que gobierna en la Nación. Y hablando de contorsionismo dialéctico es llamativa la afirmación del diputado Escobar que sostiene que son el espacio no kirchnerista que apoya a Rioseco. Aclaremos a nuestros lectores que ha sostenido sus profundas diferencias con el kirchnerismo a lo largo de todos estos años que lleva sentado en la Legislatura neuquina. Una nimiedad a la hora de intentar reelegirse. Pero a no ensañarse con Escobar porque la coherencia política es un bien escaso que no solo lo afecta a él.
Los próximos 53 días serán de intensos cruces y a las tomas que se registran en algunos sectores de la ciudad habrá que sumarle paciencia para tolerar los cortes que se convierten en el instrumento de extorsión preferido por los especuladores en tiempos electorales. Algo de eso se comenzó a ver esta semana y generó un fuerte cruce de Guillermo Pereyra quien acusó al candidato del Frente para la Victoria de estar fogoneando el alzamiento de los petroleros.
El paro de los choferes de Indalo en la capital de la provincia por un reclamo salarial obliga a Horacio Quiroga estar permanentemente hablando del servicio público de transporte, un verdadero talón de Aquiles en la gestión municipal. Este tema es el elegido por los concejales del para hostigar al jefe del Ejecutivo municipal. Además de constituir una verdadera pesadilla que el propio Quiroga admite, el tema del servicio público de transporte funciona como un ariete para la principal oposición en el Concejo Deliberante que busca aferrar al intendente a la gestión municipal quitándole protagonismo al discurso provincial en sus aspiraciones a la gobernación. En tiempos electorales parece ser que se habilitara el todo vale y el principal tributario en esa instancia es el ciudadano común que amén de escuchar las consabidas incoherencias y las viejas promesas paga con su paciencia las tropelías de quienes se adueñan del espacio público y montan barricadas no contra los que están en campaña sino en contra de quienes quieren desarrollar su vida con normalidad y no pueden. Un piquete al sentido común, un agravio a la razón civilizada en nombre de demandas que están sobreatendidas por los distintos niveles del Estado y por el sistema clientelar que funciona desde hace décadas.
El otro tema que agita el clima social es en el mundo del petróleo con la reconocida situación que se generó a partir de la baja del valor del barril en el mercado mundial. El impacto en la región será importante pero no pondrá en riesgo la continuidad de la explotación del no convencional, de hecho el gobernador Sapag anunció la radicación de importantes multinacionales a la actividad en Vaca Muerta. Lo que sí está en discusión y ese es el alerta más importante es el ajuste que deberán realizar las empresas y eso implica tocar al sector laboral. Las advertencias de Guillermo Pereyra al CEO de YPF no se hicieron esperar y de acuerdo a trascendidos mantuvo una armoniosa y componedora charla en la búsqueda de coincidencias. Pero el clima por abajo, entre la tropa como suele decirse, no es para nada componedor. Hay mucho temor a la pérdida de puestos de trabajo y eso funciona como un inflamable.
M.E.G.