NEUQUÉN

Las encuestas pierden espontaneidad, pero tienen vigencia

Los sondeos sirven como herramienta de campaña para todos los candidatos. Koopmann, Figueroa y Rioseco tienen distintas consultoras con las que miden el sentir social (y distintos resultados).
domingo, 19 de marzo de 2023 · 12:16

Si algo no deja lugar para la duda, es que los tiempos cambian. En especial para el marketing de las campañas políticas, tan propensas a las innovaciones en búsqueda del mejor resultado. Hace ya varias elecciones que la intuición de los políticos perdió terreno frente al profesionalismo de las investigaciones de mercado y el marketing político, y hace ya varios comicios que las encuestas resignaron cierta dosis de espontaneidad.
La pérdida fue progresiva -y se dio con naturalidad- por imperio de los resultados electorales. Ya son muchas y hasta difíciles de enumerar las oportunidades en las que a nivel país y hasta a nivel global, los muestreos hablaron de un favorito y las urnas los desmintieron. Pero, aun así, las encuestas tienen vigencia y las hacen circular desde los propios equipos de campaña, para instalar ya sea un candidato o una sensación, con la esperanza (y el objetivo) de que contagie voluntades entre aquellos componentes de la sociedad propensos a votar al que los numeros muestran como “ganador”. La fórmula es sencilla y en muchos casos da resultados (de no ser así, no se aplicaría más).
En las últimas jornadas, a menos de un mes del 16 abril electoral, han circulado por la ciudad de Neuquén y (a través Whatssap y redes sociales) por la provincia toda, distintas encuestas. Unas hablan del triunfo de Marcos Koopmann (MPN), otras de la victoria de Rolando Figueroa (Comunidad) y además están las que invitan a concluir que una cómoda victoria de Mariano Gaido (MPN) en la ciudad capital estirará la brecha en favor de Koopmann. Claro que, mientras recorre la provincia, también Ramón Rioseco (Frente de Todos Neuquino) tiene las suyas y lo ubican cerca de la gran pelea, a una distancia a la que considera técnicamente remontable. Por supuesto, se siente confiado, al igual que Carlos Eguía y Pablo Cervi quienes despliegan una estrategia de seducción ideológica vertical. 
Lo que a esta altura puede afirmarse es que, en este apasionante juego de estrategias, unos estarán en lo cierto y otros no. Pero para eso habrá que esperar al escrutinio. También podría decirse que no hay dudas respecto del favoritismo de Gaido rumbo a la disputa por la intendencia de la gran ciudad, aunque sí hay posturas enfrentadas en cuanto a la diferencia. Las encuestas que tiene el MPN le asignan una amplia ventaja, que naturalmente no tiene su correlato en los muestreos que obran en poder de las fuerzas opositoras.
Mientras tanto -y a partir de esas circunstancias- resulta oportuno considerar las especulaciones; entre ellas, el supuesto (e inconfesable) hecho de que los trabajos de campo, los análisis y hasta las interpretaciones de ciertas consultoras suelen resultar favorables para aquellos que las contratan, aunque con el cuidado -siempre- de que no se distancien demasiado de una posible realidad.
Otro convite a la especulación es el simple hecho de que sólo un novato difundiría encuestas que no le son favorables. Y, en este juego, novatos no hay; por lo que si esos muestreos no dan los resultados que esperaban (sean de victoria o de aproximación, ambos sirven según las circunstancias), sin dudas los usarán puertas adentro para corregir estrategias.
Pero ¿Esto es nuevo? ¿Es revelador? ¡Claro que no! Ya en 1999 había encuestas que ubicaban a Graciela Fernández Meijide (Alianza) por sobre Carlos Ruckauf (PJ), en las intenciones de voto para la gobernación de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo fue Ruckauf (y también se fue Ruckauf, en 2002, a poco de que se fuera De la Rúa).
Más acá en el tiempo, rumbo a las presidenciales de 2015, hubo otras que ubicaron a Daniel Scioli (FpV) por encima de Sergio Massa (Frente Renovador) y tercero lo ubicaban a Mauricio Macri (Cambiemos). Los boca de urna y las encuestas llevaron a un conocido comunicador a adelantar, en forma fallida, el nombre del ganador en la pantalla del canal C5N, la frase viralizada “GANO SCIOLI” aún es recordada de manera simpática en el ambiente de la política y de la cual existen infinidad de memes en redes sociales. 
Pero en fin, la brecha entre los porcentajes y la realidad no es patrimonio nacional; por el contrario, también se manifestó en Brasil, donde la mayoría de los muestreos indicaba un contundente triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva por sobre Jair Bolsonaro, pero el resultado final fue muy ajustado: 50,9% a 49,1%, en el ballotage.
Las encuestas no sólo son un sondeo de opinión pública, sino que en muchos casos forman parte de las campañas de marketing electoral. Y es por eso que quien quiera absoluta seguridad deberá contratar o realizar la suya, la propia (si es que cuenta con recursos o con los elementos necesarios). Así y todo, y aunque la picardía haya perdido cierta espontaneidad, está claro que si se usan es porque todavía sirven.

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