Yedá, en Arabia Saudita, fue la ciudad que recibió a líderes de más de 30 países este fin de semana, para tratar la cuestión en Ucrania. Luego la cumbre, China señaló que la reunión ayudó a incrementar el "consenso internacional" sobre la situación en Ucrania.
El Ministerio de Exteriores chino comentó que el enviado especial de China para Asuntos Euroasiáticos, Li Hui, "tuvo un amplio contacto con todas las partes", mientras que "escuchó las opiniones y propuestas" durante el encuentro. El gobierno de Xi Jinping confirmó que seguirá apostando al diálogo entre las partes para llegar a "una solución política" del conflicto. El portavoz de Exteriores de China, Wang Wenbin, ya aseguró con anterioridad que Pekín está preparada para trabajar con la comunidad internacional para desempeñar "un papel constructivo" al respecto.
Las consideraciones chinas sobre la cuestión son de vital relevancia. Xi Jinping es uno de los principales sostenes económicos de Putin, en momentos de aislamiento internacional por parte de Occidente. Asimismo, China podría ser un aliado clave en el suministro de armas a Putin. Por eso, Europa avisó en reiteradas ocasiones al gobierno chino de que proveer armas a Putin sería un punto de no retorno en la relación de China con el viejo continente.
La reunión fue impulsada por el régimen de Arabia Saudita, que validó el plan ucraniano para alcanzar la paz, en detrimento de las aspiraciones de Vladimir Putin. Rusia afirmó en reiteradas ocasiones que no baraja la posibilidad de discutir el plan de Zelenski, que reclama respetar la integridad de Ucrania en sus límites anteriores la toma de Crimea por parte de Rusia.
Por el contrario, el Kremlin insiste en que toda negociación de paz sobre Ucrania deberá tener en cuenta "las nuevas realidades territoriales" aparecidas hace ya nueve años (cuando Rusia tomó Crimea) y exige garantías de seguridad sobre el despliegue de la OTAN en el este de Europa.