Mientras empieza a entrar a ayuda humanitaria, por lo menos 23 personas murieron por ataques israelíes en la Franja de Gaza. Diez de ellos murieron por ataques en la ciudad sureña de Jan Yunis, cuatro en la localidad central de Deir al-Balah y nueve en el campo de refugiados de Jabaliya en el norte, según los hospitales Nasser, Al-Aqsa y Al-Ahli, donde se llevaron los cuerpos.
Israel enfrenta crecientes críticas internacionales por su ofensiva más reciente y está bajo presión para permitir la entrada de ayuda a Gaza en medio de una crisis humanitaria catastrófica. El territorio ha estado bajo un bloqueo israelí durante casi tres meses, según las Naciones Unidas. Los expertos han advertido que muchos de los 2 millones de residentes de Gaza están en alto riesgo de hambruna.
Los ataques se producen un día después de que dos empleados de la embajada de Israel fueron baleados mientras salían de una recepción para jóvenes diplomáticos en el Museo Judío del Capitolio, en Washington D.C. El sospechoso dijo a la policía que “lo hizo por Palestina” y aún no presentó una declaración de culpabilidad.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, calificó los asesinatos en Washington de horribles y criticó a Francia, el Reino Unido y Canadá por proponer el establecimiento de un Estado palestino. “Porque al emitir su demanda, llena de una amenaza de sanciones contra Israel, contra Israel, no contra Hamás, estos tres líderes efectivamente dijeron que quieren que Hamás permanezca en el poder”, expresó.
A principios de esta semana, los tres líderes emitieron una de las críticas más significativas por parte de aliados cercanos sobre el manejo de Israel de la guerra en Gaza y sus acciones en Cisjordania, amenazando con tomar “acciones concretas” si el gobierno no cesaba su renovada ofensiva militar y retiraba las restricciones a la ayuda humanitaria.
En medio de la presión, Israel comenzó a permitir la entrada de ayuda. Funcionarios israelíes dijeron que permitieron la entrada de más de 100 camiones de ayuda, incluidos algunos cargados con harina, alimentos, equipos médicos y medicamentos. Los camiones ingresaron a través del cruce de Kerem Shalom.
Pero las agencias de la ONU dicen que la cantidad es lamentablemente insuficiente, en comparación con alrededor de 600 camiones al día que entraron durante un reciente cese del fuego y que son necesarios para satisfacer las necesidades básicas. Las agencias de la ONU dicen que las restricciones militares israelíes y el colapso del orden público en Gaza dificultan la recuperación y distribución de la ayuda. Como resultado, poco de ella ha llegado hasta ahora a quienes la necesitan.
Israel dijo que continuará atacando a Hamás hasta que todos los 58 rehenes israelíes sean liberados, menos de la mitad de los cuales se cree que están vivos, según Israel, y hasta que el grupo terrorista Hamás se desarme.
A principios de esta semana, Netanyahu dijo que estaba retirando a su equipo de negociación de alto nivel de la capital de Qatar, Doha, después de que una semana de negociaciones de cese del fuego no lograra resultados. Un equipo de trabajo permanecerá. El primer ministro y ministro de Relaciones Exteriores de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, dijo que existía una “brecha fundamental” entre las dos partes y que ninguna de las propuestas pudo cerrar sus diferencias.
Hamás dijo que no se han llevado a cabo verdaderas negociaciones de cese del fuego desde la semana pasada en Doha. El grupo acusó a Netanyahu de “falsamente retratar la participación” y de intentar “engañar a la opinión pública global” al mantener a la delegación de Israel allí sin participar en negociaciones serias.