Un 15 de Julio de 2010, Argentina se convirtió en el primer país latinoamericano en aprobar la Ley de Matrimonio Igualitario. A nueve años de aquella histórica madrugada en el país, más de 20 mil parejas pudieron pasar por el Registro Civil para casarse.
Con la aprobación de la ley, la Argentina se ubicó entre los primeros diez países del mundo en reconocer el derecho pleno de la población LGBTI y permitió que, a partir de esos matrimonios, se constituyeran familias con los mismos derechos y obligaciones e igualdad de condiciones que las familias heterosexuales, incluida la adopción.
En su artículo 2, la ley 26.618 de Matrimonio Civil -así es su nombre formal-, establece que el "matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos, con independencia de que los contrayentes sean del mismo o de diferente sexo".
Aquel 15 de julio de 2010, la norma fue sancionada con 33 votos a favor y 27 en contra, luego de una sesión histórica del Senado.