Este lunes, los mercados financieros a nivel mundial experimentaron un desplome generalizado, encabezado por el índice Nikkei de la Bolsa de Tokio, que cayó un 12,40%, marcando la segunda mayor caída porcentual de su historia. Este colapso, impulsado por el fortalecimiento del yen y una reciente subida de tipos del Banco de Japón (BoJ), tuvo un efecto dominó en los mercados europeos y latinoamericanos, provocando una caída de más del 5% en los bonos argentinos y una notable disminución en las acciones.
El Nikkei, que agrupa a los 225 títulos más representativos del mercado, cerró con un descenso de 4.451,28 puntos, situándose en 31.458,42 enteros. El Topix, otro importante índice japonés, también registró una caída del 12,23%, reflejando una jornada de pérdidas significativas para las principales empresas niponas.
El efecto de este desplome se extendió rápidamente a Europa, donde los índices cayeron hasta un 2,9%, y a América Latina, impactando severamente en los mercados argentinos. En la primera rueda de la semana, el riesgo país de Argentina aumentó en 100 unidades, alcanzando los 1712 puntos, el valor más alto desde febrero, y las acciones argentinas cayeron más del 7%.
La apreciación del yen frente al euro y al dólar fue un factor clave en este desplome, afectando negativamente a los grandes exportadores japoneses. El yen se fortaleció, moviéndose entre los 144,76 y 146,63 yenes por dólar, y entre los 158,03 y 160,13 yenes por euro. Este fortalecimiento fue impulsado por las medidas de endurecimiento monetario del BoJ, que redujeron las diferencias con las políticas de la Reserva Federal estadounidense y el Banco Central Europeo.
Los movimientos en la Bolsa se deben a múltiples factores económicos y empresariales. El portavoz gubernamental japonés, Yoshimasa Hayashi, afirmó que el Ejecutivo japonés monitoreará estos movimientos y se esforzará por administrar la economía y las finanzas del país.
Las empresas más negociadas en el mercado japonés, como Sumitomo Mitsui y Mitsubishi UFJ, experimentaron caídas del 14,36% y 12,01%, respectivamente. También se vieron afectados gigantes del sector automovilístico y de videojuegos, como Toyota y Nintendo, que registraron caídas del 6,98% y 10,35%, respectivamente, tras anunciar informes financieros decepcionantes y previsiones anuales pesimistas.
El pánico se extendió a otros mercados asiáticos, con la Bolsa de Seúl cerrando con una caída del 8,77% y la Bolsa de Taipéi registrando una baja histórica del 8,35%. Las tecnológicas taiwanesas, como TSMC y Foxconn, sufrieron pérdidas cercanas al 10%, reflejando el impacto de las preocupaciones sobre una posible recesión en Estados Unidos.
El informe laboral estadounidense de julio, que mostró un aumento en la tasa de desempleo al 4,3%, el nivel más alto desde octubre de 2021, generó temores de una recesión. Los inversores temen que un recorte en los tipos de interés por parte de la Reserva Federal pueda llegar demasiado tarde para mitigar la situación.