¿Quiere recibir notificaciones de alertas?

Domingo 27 de Julio, Neuquén, Argentina
Logo Am2022

Weretilneck reparte juego, pero también deja heridos: Juntos vivió su semana más áspera

El gobernador de Río Negro, desplazó a Pedro Pesatti, que no discimuló su enojo. Puso a su alfil y a su pareja y cambió sorpresivamente su cuenta oficial de X. Interna caliente, liderazgo indiscutido y campaña en marcha.

Sabado, 26 de julio de 2025 a las 22:07
PUBLICIDAD

En Río Negro no hay lugar para dudas: cuando hay elecciones, Weretilneck no se esconde ni delega. Sale a la cancha, arma la lista y pone los nombres, deja en evidencia el pragmatismo con el que llegó y se mantiene. Esta semana lo demostró otra vez. El gobernador jugó fuerte, con su estilo habitual, sin pedir permiso lo dejó afuera a Pedro Pesatti que manifestó su enojo. Enfocado en la campaña "centralismo contra federalismo", puso en la mesa todo su capital, el que va a defender y empujar.

El elegido para encabezar la fórmula al Senado es Facundo López, su alfil, un armador con el que coincide la forma de ver y de ejecutar la política. Lo acompaña Andrea Confini, actual secretaria de Energía y, dato no menor, pareja del gobernador. Por si hiciera falta demostrar que esta es su lista. La decisión no sorprendió, pero si incomodó y dejó en claro que en Juntos Somos Río Negro las reglas las pone una sola persona.

El que quedó afuera del armado fue Pedro Pesatti, vicegobernador y fundador del espacio. Pesatti no se quedó callado y tiró una frase que retumbó en toda la provincia: "Me vetaron por mis ideas". Con eso dijo todo. En Juntos no hay lugar para matices, ni para voces disonantes. O estás adentro del círculo de confianza o estás afuera del juego. Por más que el viedmense no volvió a opinar y el gobernador bajó el tono, lo cierto es que hubo una reunión de cuatro horas entre ellos donde el vice dejó en claro que no comparte la estrategia. Un nuevo desplante de Weretilneck, como cuando eligió a Arabelas Carreras.

Esto no es nuevo. Hace un tiempo, Gustavo Gennuso, exintendente de Bariloche, también había expuesto el manejo cerrado del partido. Pero esta vez fue diferente: la interna se volvió pública, con heridas abiertas y en plena campaña. Ahora, Weretilneck no solo tiene que empujar a sus candidatos, también tendrá que levantar a los caídos y evitar que la interna termine en ruptura.

En el medio, el misterio de su cuenta en X

Como si faltara algo en una semana caliente, el gobernador desapareció de la red social X durante casi diez días. Su cuenta oficial, la que tenía tilde gris —la que usan los jefes de Estado— dejó de funcionar sin aviso. De un día para el otro, apareció una nueva: @weretilneckok, sin tilde, sin respaldo y con apenas un puñado de seguidores.

¿Qué pasó? No hay versión oficial. Todo es secreto de estado. Algunos dicen que fue una decisión estratégica para poder hacer campaña, ya que la cuenta anterior no lo permitía. Pero la explicación no cierra del todo. Si hubiese sido algo planificado, por qué quedarse tanto tiempo sin cuenta oficial y perder más de 26 mil seguidores de golpe.

El silencio llama la atención. Sobre todo, porque Weretilneck no es de los que improvisan. Por eso, el episodio suma ruido justo cuando más necesita claridad y control. Como dato, Pesatti no sigue a Weretilneck en su cuenta nueva y tampoco el gobernador lo sigue, aunque si a la cuenta oficial de la Legislatura. A otro que no le avisaron es a Facundo López.

Un liderazgo que sigue firme

Pese a todo, el gobernador es el político con mejor imagen de Río Negro de acuerdo con las encuestas. Y esa sigue siendo su gran carta. Lo que para algunos es personalismo extremo, para otros es conducción. En un escenario electoral fragmentado, su figura es lo único que mantiene en pie la estructura de Juntos para salir a convencer votantes en una ancha avenida del medio. 

Esta semana lo dejó en claro. No delega, no consulta, decide. Con autoridad y experiencia. Puede incomodar, puede tensionar, pero también ordena. En tiempos de crisis y ambigüedades, eso vale mucho. Incluso con heridos en el camino.

Lo que viene para Juntos no será fácil. No sólo por la polarización. Weretilneck va militar la boleta como si fuera propia, como hizo en cada elección desde 2015. Pero además de ponerse la elección al hombro, debe contener a los que quedaron dolidos y cerrar filas en un partido donde la palabra "colectivo" siempre fue más un lema que una práctica.

Por ahora, tiene el control. Tiene la espalda. Tiene la cancha, la que recorre todas las semanas. Pero sabe que no puede dormirse: el fuego interno está encendido y, si no lo apaga a tiempo, puede terminar prendiendo más de lo que espera.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD