El Sindicato de Trabajadores Viales y Afines de la República Argentina comunicó que están en "estado de alerta y movilización" ante lo que considera un paso decisivo del Gobierno Nacional para desmantelar Vialidad Nacional, organismo encargado del mantenimiento de rutas en todo el país.
Una movilización fue convocada con carácter urgente para el mediodía de este miércoles frente al edificio de Empleo Público (Roque Sáenz Peña 738), tras conocerse que el Poder Ejecutivo avanzaría en la firma de un decreto que implicaría el cierre del organismo y la creación de una nueva estructura con despidos masivos.
“Nos quieren borrar del mapa”, denunciaron desde el gremio. Sostienen que el proceso ya comenzó con el anuncio de la privatización de más de 4.400 km de rutas nacionales y el cierre de los corredores viales. “Somos el corazón de la obra pública federal. Lo que buscan es reemplazarnos por empresas privadas que no tienen compromiso con el país”, remarcaron.
Desde el sindicato alertan que esto afectará directamente al ciudadano. Recordaron los antecedentes de las concesiones privadas, “que terminaron en rutas abandonadas y mal mantenidas”, y cuestionaron que en plena emergencia climática se prepare una medida de este calibre.
El reclamo no es nuevo. Ya habían advertido sobre el congelamiento salarial por siete meses y la falta de apertura de paritarias. “Nos están empujando a una situación límite. Si esto no es así, que salgan a desmentirlo y se hagan responsables”, reclamaron.
También apuntaron al contexto político. Vincularon el avance de esta medida con el resultado de las últimas elecciones porteñas. “Están embriagados de poder. Creen que un triunfo parcial les da derecho a arrasar con todo lo que encuentran”, remarcaron.
Mientras tanto, el servicio no se detiene. Durante el temporal del fin de semana, trabajadores viales asistieron a conductores varados, colaboraron con evacuaciones y entregaron viandas, linternas y mantas. “Seguimos poniendo el cuerpo en cada ruta, incluso en las condiciones más difíciles”, subrayaron.
La advertencia final fue categórica. “No se trata sólo de dejar miles de familias sin trabajo. Es un modelo de país lo que está en juego. Nos están devolviendo a un país unitario, donde cada provincia se las arregla como pueda”, concluyeron.