La Justicia de Río Negro decidió este viernes extender hasta el 3 de abril de 2026 la prisión preventiva de Konstantin Rudnev, el hombre señalado como líder de la secta de Montenegro en Bariloche y acusado de trata de personas. La medida se adoptó tras dos audiencias que abordaron tanto el vencimiento del plazo de detención como el estado de salud del imputado, en un expediente que no deja de generar polémica.
El Ministerio Público Fiscal fundamentó la prórroga en la “complejidad del caso” y en la necesidad de continuar la investigación para determinar responsabilidades. Para la Fiscalía, el tiempo extra permitirá profundizar la pesquisa. Sin embargo, la defensa sostiene que el proceso se volvió irregular y perjudicial para Rudnev, al no registrarse avances sustanciales en la causa.
El abogado defensor Carlos Broitman calificó las audiencias como “clave”: en una se resolvió la extensión de la prisión preventiva y en la otra se discutió un pedido de morigeración por razones de salud. Broitman denunció que desde agosto permanece pendiente la realización de una endoscopía y otros estudios médicos urgentes, y que el juez Zapata denegó el traslado a Buenos Aires para atender esas necesidades.
Los informes médicos firmados por especialistas del Hospital de Clínicas advierten que la derivación resulta indispensable para establecer una estrategia terapéutica acorde a la evolución del cuadro. La defensa cuestiona que la ausencia de intérpretes y de estudios adecuados expone al imputado a errores en la administración de medicamentos, mientras la Fiscalía “se escuda en la complejidad del caso” sin aportar pruebas nuevas.
El origen de la causa se remonta a marzo, cuando una joven rusa embarazada de 22 años acudió al hospital de Bariloche acompañada por otras mujeres. El personal médico denunció que la joven estaba sometida y que sus acompañantes intentaban inscribir al bebé con el apellido de Rudnev. Esa maniobra derivó en allanamientos, secuestro de documentos y la detención del acusado junto a varias mujeres en el aeropuerto de Bariloche y en Aeroparque.
Hoy, el expediente sigue abierto y la decisión de extender su prisión preventiva hasta 2026 refleja tanto la magnitud del caso como las tensiones entre una investigación que avanza con cuentagotas y una defensa que denuncia irregularidades médicas y procesales. La incógnita es si la Justicia logrará esclarecer el entramado de la secta de Montenegro o si el expediente quedará atrapado en su propia complejidad.