Opinion
El servicio eléctrico también está en crisis
La vida en la sociedad moderna nos ha impulsado a todos a ser electrodependientes.La vida en la sociedad moderna nos ha impulsado a todos a ser electrodependientes. Dependemos del servicio eléctrico en cada instancia que desarrollamos.
Imaginemos por un instante que se interrumpe el servicio (o como ocurrió no hace tanto tiempo cuando aquel domingo día del padre se interrumpió en todo el país).
Queda claro que la vida de todos nosotros se alteraría notoriamente y las dificultades serían desastrosas. Mucho más aún en circunstancias como las que hoy estamos viviendo, tan delicadas e inéditas como es afrontar una pandemia.
Pero las distribuidoras tenemos un compromiso directo con los usuarios, somos la cara visible de la cadena y por eso tenemos otras responsabilidades.
Desde la Cooperativa CALF hemos adoptado las medidas para garantizar la prestación del servicio, cuidando al mismo tiempo la integridad física de todos y cada uno de nuestros trabajadores.
Fuimos los primeros en Neuquén en instar y procurar el aislamiento como la medida más acertada que ayude a contener el virus. Por nuestra parte, además, redujimos la cantidad de personal operativo y realizamos tareas a distancia.
Esta situación tan compleja, provoca problemas muy serios a nuestra Cooperativa al no contar con los fondos suficientes para afrontar el pago de los salarios de nuestros trabajadores, el pago de la energía que Calf compra a CAMMESA, la compra de los materiales e insumos para sostener la operación y mantenimiento de las redes y estaciones transformadoras en las condiciones que se necesitan.
Calf tiene una única fuente de recursos: las facturas que pagan quienes reciben el servicio, nuestros socios. No somos una empresa estatal ni tampoco privada, somos una Cooperativa cuyos únicos dueños somos los neuquinos asociados. No recibimos aportes nacionales, ni provinciales ni municipales, como sí reciben las empresas estatales.
Es difícil mantener activa la cadena de medición, facturación y cobro, pero además el decreto que dispone que no se podrán realizar cortes por el no pago, dificulta más aún que el lógico ciclo de prestación del servicio, cobro, luego pagos y así siguiendo para sostener el esquema, esté complicando mucho más todo el sistema. Pero nada dice, ni hay medidas, que flexibilicen nuestras obligaciones con la Sociedad Anónima que administra la comercialización de Energía, CAMMESA.
Ya vivimos en la Cooperativa CALF una situación similar cuando producto de los descomunales aumentos en el valor de la energía, los usuarios se vieron imposibilitados de pagar sus facturas. CALF interpretó la situación y demoró el traslado de los aumentos, pero apenas pasada la crisis todos cayeron sobre la Cooperativa, aplicando normativas vigentes (aunque no justas), multas, intereses usurarios, nula intención de negociación y finalmente demanda judicial.
Es importante mencionar que el directorio de CAMMESA que es una Sociedad Anónima está integrado en partes iguales ,20% por Generadores, 20 % -Transportistas de extra Alta Tensión, - 20% Grandes Usuarios Mayores, -20% Distribuidoras y 20% Estado Nacional.
Los tres primeros Sectores, mayoritariamente en manos de empresas del Sector Privado.
Todo el poder corporativo contra una Cooperativa del interior.
Seria bueno, recordar que la gran mayoría de las Centrales de Generación y las líneas de extra Alta Tensión, son obras ejecutadas y financiadas por todos los Argentinos.
En aquella oportunidad, anticipándonos a lo que ocurriría, explicamos como hoy la situación y solicitamos aportes al Gobierno Municipal, Provincial y Nacional, para cubrir esas diferencias y poder afrontar esos costos extraordinarios y también injustos.
Pero no logramos ningún resultado. El costo hoy por las multas, los intereses y las costas de los abogados ante la demanda Judicial, se multiplicaron por tres y CALF quedó solo frente a los reclamos de CAMMESA.
Aún en aquella plena crisis, Calf no recurrió al corte de suministros que le hubieran permitido salvaguardar sus finanzas y recaudar más a través de las facturas más costosas para los asociados. Por el contrario, reconocimos que era imposible que la gente pagara montos tan altos, aun cuando son los verdaderos dueños.
Esta situación de hoy nos vuelve a poner en dificultades extremas. Necesitamos que todos comprendan de qué se trata y colaboren, para que las decisiones difíciles que se deben tomar no afecten el servicio para la gente.
Seguiremos cumpliendo el principal contrato que tenemos, que es con cada neuquino asociado a la Cooperativa, a nuestra Calf. Todo el esfuerzo de nuestros recursos humanos, operativos y logísticos estarán destinados a mantener el servicio, la emergencia financiera no nos distraerá de lo esencial.
La crisis es total, no solo sanitaria. Pone también en riesgo el sostenimiento de la operación de Calf, por eso necesitamos que salgamos juntos de esta dificultad.
Pero necesitamos la comprensión de los Gobiernos, no pueden dejar sola a Calf, porque es abandonar a los neuquinos.
Comprometemos continuar con lo que sabemos hacer, brindar el servicio con o sin crisis.
Calf, al igual que todas las cooperativas de servicios públicos de la Argentina, siempre dice presente. Sobre todo, en los momentos más difíciles, como este que nos toca.
Pero será difícil atravesar la tormenta si nos dejan solos. Necesitamos solidaridad y comprensión.
Ing Carlos CIAPPONI
Presidente de CALF