A raíz de la trágica caída de un avión de pequeño porte del Aeroclub Cutral-Có, por la mañana estuvo reunido el gabinete municipal en cercanías del lugar del hecho en donde perdieron la vida dos ocupantes de la aeronave siniestrada. Se trata del presidente del referido aeroclub, Ceferino Sepúlveda y Alejandro Romera, este último a cargo de la secretaría de la institución a la cual era filiada la malograda máquina, un monomotor Macchi MB 308, matrícula LV-GHP.
Sepúlveda era un empleado de la zona, quien se desempeñó en los últimos años en la actividad petrolera; Romera fue un reconocido comerciante de la zona céntrica cutralquense. Al respecto del suceso, la cámara de comerciantes local emitió un comunicado lamentando "profundamente el fallecimiento de Alejandro Romera".
El mantenimiento y las refacciones de la citada máquina es uno de los peritajes que han de abordar los encargados de la investigación, quienes trabajan desde temprano in situ junto a bomberos de Cutral-Có, Policía y Defensa Civil.
El avión destruido era un monoplano convencional de ala alta cantilever, con tren de rodaje de triciclo; originalmente construido en madera y posteriormente en otros materiales. Habilitado para el piloto y un solo pasajero sentados uno al lado del otro, pero los modelos posteriores tenían un tercer asiento detrás. La versión protagonista de la tragedia sería un MB.308G-100 o MB.308G, versión nacional con motor Continental O-200 y tanques de combustible reubicados del fuselaje a las alas.
La conmoción del hecho tiene un amplio eco de prensa en los medios locales, por cuanto era de conocimiento público la falta de mantenimiento de algunos sectores del aeropuerto, cuya pista hasta fue utilizada para competencias motodeportivas y de automovilismo. También el hecho de la eliminación del cono de seguridad del mismo en el sector este implica peligrosidad para quienes han construido viviendas en el barrio Zani, uno de los más recientes de la ciudad, que ha ocupado la citada zona obligatoria, establecida por normas internacionales en toda pista de vuelo.
El accidente tuvo lugar a las 7:15 AM, sobre el final de la pista del aeropuerto local, en dirección oeste, donde el pequeño avión monohélice intentó infructuosamente remontar, en una mañana soleada y con muy poco viento. Una de las actividades principales es la de bautismo de vuelo, algo común los fines de semana. En cada vuelo de bautismo se habilitaban tres plazas, además del piloto.
Por causas que se están investigando, la nave no alcanzó a tomar vuelo totalmente a raíz de una abrupta caída luego de unos instantes en donde lamentablemente se estrelló contra el suelo provocando una explosión y posterior incendio y deceso de los dos ocupantes. Se desmintió la tracción de un planeador en la citada maniobra.
La Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) está a cargo de las pericias, al igual que Edith Covatti, de Defensa Civil, y Darío Campos, Jefe del cuartel de bomberos de la ciudad, quien estuvo a las 7:45 en el lugar del accidente.