El Movimiento Popular Neuquino (MPN) presentó un proyecto en la Legislatura para declarar formalmente a la Ruta 23 como corredor turístico, ambiental y cultural de la provincia. Esta iniciativa busca destacar el valor integral de la ruta, no solo como una vía de tránsito, sino como un recurso turístico, educativo y cultural de alto valor. El proyecto contempla un enfoque integral para potenciar el desarrollo turístico de la zona, protegiendo a su vez el valioso patrimonio natural y cultural que alberga.
¿Por qué la Ruta Provincial 23 es una ruta escénica?
La Ruta Provincial 23 se gana este título con creces. A lo largo de su recorrido, la naturaleza se despliega en todo su esplendor. Los imponentes cordones montañosos se alzan a ambos lados del camino, creando un marco majestuoso. Los bosques de araucarias, árboles milenarios y emblemáticos de la región, visten el paisaje con su singular belleza. Cada curva revela una nueva postal, un nuevo motivo para detenerse y admirar.
Este camino de 188 kilómetros invita a un viaje inolvidable a través de montañas, bosques de araucarias y comunidades pintorescas.
Uniendo destinos, conectando paisajes
Esta ruta estratégica comienza en la intersección con la Ruta Nacional 242, cerca de Pino Hachado, un paso fronterizo de gran importancia. Desde allí, se interna en el corazón de la Patagonia neuquina hasta llegar a la Ruta 40, en las cercanías de Junín de los Andes, otro destino turístico destacado. La Ruta 23 no solo conecta ciudades, sino que une paisajes diversos y permite acceder a otros pasos fronterizos relevantes como Icalma y Mamuil Malal.
De aprobarse el proyecto presentado en la Legislatura, el gobierno neuquino promoverá la preservación ambiental del corredor, la señalización interpretativa de sus atractivos naturales y culturales y el diseño de estrategias turísticas sustentables e inclusivas. “Este último deberá trabajarse en forma articulada con municipios, comisiones de fomento, comunidades originarias y locales”, según la iniciativa.