En una sesión clave para el futuro de los jubilados, un escaño vacío en el Congreso envió un mensaje más fuerte que cualquier voto. Agustín Domingo, representante de Juntos Somos Río Negro, no solo se ausentó: ejecutó una estrategia calculada con el gobernador Alberto Weretilneck en un juego de poder que esquiva el enfrentamiento directo con Nación. Mientras el mandatario provincial reclama inversión y denuncia el abandono de la infraestructura vial, ordenó que su fuerza política se abstuviera en la votación.
Mientras los diputados Aníbal Tortoriello, Sergio Capozzi y Lorena Villaverde votaron en contra del aumento a los jubilados, y el peronista Martín Soria lo hizo a favor, Domingo fue el único rionegrino que decidió no participar. Argumentó que el debate estaba marcado por posturas extremas y que no había voluntad de alcanzar un consenso. Sin embargo, su decisión no solo lo aleja de la discusión, sino que lo coloca en una posición ambigua dentro del tablero político.
Aunque el gobernador Weretilneck aparece muchas veces como crítico de la administración de Milei, denuncia la falta de inversión en Río Negro y el abandono de las rutas. Sin embargo, cuando llegó el momento de que su partido tomara una postura en el Congreso, optó por la abstención. Este doble juego político deja en evidencia la estrategia de Juntos Somos Río Negro: confrontar con Nación en el discurso, pero evitar el enfrentamiento en los hechos. Una puerta abierta para futuras negociaciones que nunca llegan.
La postura de Weretilneck no es un caso aislado. En todo el país, gobernadores que antes respaldaban a Milei marcaron diferencias en la última sesión, con temas sensibles como jubilaciones y discapacidad. Son varios mandatarios comenzaron a distanciarse de la Casa Rosada, cuestionan la falta de respuestas concretas en materia de financiamiento provincial. La actitud de Juntos Somos Río Negro encaja en esta tendencia: una estrategia de tensión controlada que busca negociar sin romper la relación con el Ejecutivo.
El futuro de la ley y el veto anunciado
La votación en Diputados otorgó media sanción a los proyectos que buscan recomponer los haberes jubilatorios en un 7,2%, aumentar el bono especial de 70 mil a 110 mil pesos y restablecer la moratoria previsional. Sin embargo, el presidente Milei ya anticipó que vetará la medida, como lo hizo con una ley similar el año pasado. Domingo, por su parte, evitó adelantar qué postura tomará Juntos con Mónica Silva, si la ley llega al Senado y el veto se concreta, lo que refuerza su estrategia de mantenerse en una zona de indefinición.
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Domingo, junto con la cordobesa Alejandra Torres, también ausente en la sesión, son autores de un proyecto distinto al aprobado que logra una mejora para los jubilados con impacto cero en el superávit fiscal, porque se amplía la base imponible para el haber inicial. Pero no existió voluntad política del resto del cuerpo para tratarlo en el recinto.