Ya lo avisaron los brigadistas: la única forma de detener los incendios en el Valle Magdalena es con aviones hidrantes de gran calibre. Desde la gobernación los escucharon y se pusieron manos a la obra para gestionar la llegada de un Boeing 737 adaptado para la lucha contra incendios. La labor del gobernador Rolando Figueroa fue crucial para conseguir la ayuda que llegó desde Santiago del Estero.
Solo hay tres aviones de este tipo en el mundo, que tiene la capacidad de cargar 15 mil litros de agua y llegar a zonas de difícil acceso. Según explicó Jorge Azar Director de Aviación Civil en Santiago del Estero en AM550: "Solo hay uno en Australia, Canadá y Santiago del Estero". Además aseguró que la ayuda llegará "de manera gratuita y gracias a la insistencia del gobernador de Neuquén Rolando Figueroa". Neuquén solo pagará la nafta y la estadía de los pilotos.
Por su parte, El ministro de Seguridad, Matías Nicolini explicó que además de este avión también llegarán a la provincia dos helicopteros que serán clave en la lucha contra los incendios: "Nos permitirá dar una lucha más fuerte y más firme contra este incendio”. A partir de este miércoles estará operativo y lo importante es que “las condiciones climáticas no lo alteran tanto como a los helicópteros, con lo cual es una buena noticia, porque el avión va a poder operar y estar enfocado principalmente en la zona de la cola del incendio”.
Este avión llegó a Santiago del Estero con el fin de preservar las hectáreas de bosque protegido en el noroeste neuquino, que empezó a ser azotado por incendios en los últimos años. "Necesitábamos una herramienta de este estilo para poder controlar los incendios forestales que nos permite pasar de 3 mil litros de capacidad a 15 mil".
En medio de una situación desesperante, donde el fuego consume a contra reloj más de 22 mil hectáreas de Parques Nacionales de Neuquén, la ayuda será crucial para controlar el fuego y evitar que siga esparciéndose por el resto de la provincia. "No venimos a interferir con el operativo, solo a colaborar", aseguró el hombre que ya ha estado en incendios en Bariloche y El Bolsón.
Ahora esperan que con la ayuda de este gigante que alcanza el largo de un edificio de cuatro pisos, se pueda empezar a controlar el fuego en la región y evitar que el Parque Nacional Lanín quede devastado hasta las últimas cenizas. En los últimos días la situación estaba cada vez más compleja por culpa del calor y las ráfagas de viento.