¿Por qué a algunos los comemos y a otros los amamos?

Países como Alemania, Estados Unidos, España, Francia, India, Canadá, Indonesia Brasil, Argentina, entre otros, son solo algunos de los que cuentan con organizaciones y grupos defensores de los derechos de los “animales no humanos” que convocan a llevar  adelante acciones de concientización sobre este tema este 27 de agosto.

En Argentina, distintos grupos de protección animal aprovechan esta VIII° Jornada Mundial por el Fin del Especismo (fecha creada en 2015 por la asociación suiza PEA - Por la Igualdad Animal), para promover el trato igualitario de distintas especies y exigir que los intereses de los animales no humanos sean protegidos.

“Aunque no hay diferencias fundamentales en su capacidad de experimentar dolor y tener emociones, en la práctica, sometemos a los animales de granja a un sufrimiento mucho más intenso y prolongado. Los animales criados para el consumo —vacas, cerdos y pollos, entre otros— son tratados de formas que serían consideradas crueles en muchos países y escandalosas para los animales de compañía (como perros y gatos). Entre estas prácticas se encuentran: pasar sus vidas encerrados en pequeños espacios o ser mutilados sin calmantes de dolor, por eso esta es una fecha importante para reflexionar sobre esto”, explicó Alexandra Navarro, gerente de Políticas Alimentarias de Sinergia Animal, una ONG internacional de protección animal que trabaja en países latinos y asiáticos para disminuir el sufrimiento de los animales explotados por la industria alimentaria.

Basados en argumentos que ponen el foco en la ineludible realidad de que los animales sienten dolor y experimentan emociones, estas organizaciones reclaman políticas públicas que aseguren que la industria alimenticia de productos de origen animal tenga en cuenta esta capacidad de los animales no humanos de “sentir” en todos los aspectos de esta expresión.  

“En 2021, el Reino Unido reconoció legalmente a todos los animales vertebrados como seres sintientes, lo que significa que tienen la capacidad de experimentar sentimientos positivos y negativos como placer, alegría, dolor y angustia. Este año, el gobierno británico añadió a algunas especies de invertebrados a la lista, como langostas, pulpos y cangrejos”, explicaron desde Sinergia Animal.

¡Y hay más! En base a distintos estudios científicos, los peces son un buen ejemplo de esto. A pesar de la gran cantidad de evidencia que hay de que perciben dolor y de que tienen complejas habilidades cognitivas como el auto reconocimiento y competencias matemáticas, son los menos protegidos por políticas de bienestar animal”, informaron desde la ONG.

En este escenario, Argentina ocupa el puesto número 57 (de un total de 67) en el ranking de reconocimiento del sufrimiento animal y legislación contra la crueldad. Hay mucho trabajo por hacer. 

Por qué sí, por qué no

El especismo es un término acuñado por el psicólogo inglés Richard D. Ryder en los años setenta, y popularizado por el filósofo australiano Peter Singer en su libro “Liberación Animal”, publicado en 1975.

Todo el movimiento alrededor de esta definición surge a raíz de una pregunta básica: ¿Por qué a algunos animales podemos amarlos y a otros los comemos? La investigación de Singer, justamente desafía esas razones por las que la humanidad jerarquiza el valor de los animales con los que comparte el planeta al decidir cuáles especies merecen consideración moral y cuáles no.

“Los estudios demuestran que los cerdos son igual de inteligentes que los perros, aunque rara vez los perros sufren de la misma manera”, explicó Navarro de Sinergia Animal. Y estas son solo algunas de las reflexiones que la campaña del Día Mundial por el Fin del Especismo intenta poner en agenda para que la humanidad se de este importante debate sobre el impacto de sus acciones en la vida de otros seres vivos.