Las estadísticas que comparte la Fundación Vida Silvestre son desesperantes. El descenso promedio en la abundancia de las poblaciones de mamíferos, reptiles, aves, peces y anfibios de todo el mundo es del 69 por ciento y se debe a la destrucción ambiental por las actividades humanas.
Latinoamérica y el Caribe -una de las regiones más biodiversas del planeta-, es en donde se registran el declive regional más alto, con una disminución del 94% en las poblaciones monitoreadas. Y, por si aún no queda claro, según las Naciones Unidas, más de 8.400 especies de fauna y flora silvestres del mundo se encuentran en peligro crítico de extinción, mientras que cerca de 30.000 se consideran vulnerables o en peligro de extinción.
1 de cada 8 especies silvestres en el mundo se encuentra amenazada de extinción, según la ONU.
Estos datos surgen del “Informe Planeta Vivo”, la publicación insignia de la Organización Mundial de Conservación (World Wildlife Fund, cuyas siglas son WWF), que se actualiza cada dos años y es el estudio más completo que existe sobre las tendencias en la biodiversidad global y la salud del planeta.
Ignorar estas cifras en nuestra vida diaria es, en serio, un crimen. También lo es permanecer en “estado de preocupación”, que es un estado de inacción. Incluso aquellas personas a las que no les interesa el cuidado del ambiente, deben saber que está comprobado que la pérdida de biodiversidad a nivel mundial también conlleva riesgos sociales y económicos que afectan a la población humana. Tarde o temprano, las consecuencias nos van a alcanzar a todos.
Peligro crítico
Argentina alberga 574 especies de peces marinos, 561 de peces de agua dulce, 177 de anfibios, 450 de reptiles, 1.113 de aves y 428 de mamíferos. Dentro de estos grupos, el 17,8% son especies amenazadas, de las cuales el 15,2% son endémicas (solo se encuentran en nuestro país).
Según la categorización de 2019 de los mamíferos de Argentina por su riesgo de extinción, "en Peligro Crítico (CR)" es la categoría más extrema y son 7 las especies de nuestro país dentro de esa lista roja; 26 en la categoría EN (En Peligro) y 65 en la la VU (Vulnerable). Algunas de las especies en Peligro Crítico son el yaguareté o el mono aullador rojo. También están en serio peligro (EN) el tatú carreta, el huillín, el gato andino, el venado de las pampas, el delfín franciscana, el tiburón escalandrún, el pecarí quimilero, la lagartija de las dunas, y la lista sigue.
El Yaguareté es quizás el más famoso de la lamentable lista. Panthera onca es su nombre científico y es una de las diez especies de felinos silvestres que habitan en la Argentina. Este majestuoso animal es el felino más grande de Latinoamérica y el tercero a nivel mundial, después del tigre de bengala y el león. Y su papel en el equilibrio del ecosistema es esencial, porque es considerado una especie “indicadora” de la salud del ambiente. Si principal flagelo, el ser humano.
En el caso del venado de las pampas, por mencionar otro ejemplo, su población era de las más abundantes y características de los pastizales del norte y centro de Argentina, con registros en 14 provincias. Hoy se encuentra en peligro crítico de extinción y solo habita en cuatro pequeñas poblaciones aisladas en las provincias de Buenos Aires, San Luis, Santa Fe y Corrientes. Su principal amenaza es la pérdida de pastizales naturales y el impacto de especies exóticas. Se cree que solo quedan unos 2.000 ejemplares.
Luego de un año de trabajo, la Fundación Vida Silvestre registró a los 6 felinos habitan la selva misionera. Entre ellos el Yaguareté.
Y, en el caso del delfín franciscana, uno de los delfines más pequeños y raros del mundo, se estima que solo quedan unos 13.000 individuos en las costas de la Provincia de Buenos Aires y su principal amenaza es la pesca. Este maravilloso animal es el único delfín de río que frecuenta también ambientes marinos y se lo encuentra exclusivamente en Argentina, Uruguay y Brasil.
Herramienta poderosa
Hace años que las organizaciones ambientalistas advierten a gritos que la situación requiere tomar medidas concretas, pasar a la acción. Y aseguran que informarse sobre las especies animales, es una forma de contribuir a su conservación. Asimismo, compartir lo aprendido para que cada vez sean más las personas comprometidas con el cuidado ambiental.
A la pregunta inicial ¿Podemos ayudar a los animales en peligro de extinción? La respuesta es sí. Y el cómo no es ningún misterio: la educación es la herramienta más poderosa para generar conciencia. La educación es la base del cambio que necesita el planeta. De eso se trata la nueva iniciativa de la Fundación Vida Silvestre que diseñó un curso virtual y gratuito sobre “Especies Amenazadas de Argentina: ¿cuáles son? ¿por qué?", dirigido principalmente a educadores y multiplicadores ambientales cuyo rol es fundamental en la propagación del mensaje en la comunidad.
El curso se centra "en proporcionar conocimientos y herramientas específicas a los educadores para abordar la problemática de las especies en peligro de extinción en Argentina", detallan desde la organización cuyo objetivo principal es sensibilizar a los docentes sobre la importancia de la conservación de la biodiversidad.
Durante el curso, a través de recursos didácticos interactivos, materiales audiovisuales, lecturas complementarias y foros de discusión, se abordarán aspectos como el estado de conservación de las especies en peligro, las causas de su amenaza y las implicaciones ambientales, sociales y económicas de su desaparición. Aquellos interesados pueden ingresar a https://educacion.vidasilvestre.org.ar/como-inscribirse/. Se inicia el 5 de agosto y tiene una duración de cinco semanas.