Con sus tonalidades verdes y marrones, la rana patagónica ha podido esconderse entre piedras y plantas para protegerse de otras especies,
pero no de los seres humanos.
En su hábitat se introdujeron peces depredadores que se alimentaron de los renacuajos y compitieron por los recursos.
El ganado pisoteó y degrado sus espacios costeros y el cambio climático le dio el golpe final, la falta de lluvias y las sequias hicieron que las lagunas se
redujeran.
Por esta razón la población de Atelognathus patagonicus, nombre científico de la rana patagónica, desapareció de su hogar principal en
Laguna Blanca en la provincia de Neuquén .
En la actualidad, más de 8000 especies de anfibios, incluyendo la rana patagónica habitan la tierra, pero el 40 % de estos vertebrados esta en
serio riesgo de extinción.
Si la temperatura global aumenta 4 grados por encima de los niveles preindustriales, alrededor del 7,5 % de la especies de anfibios podría
experimentar sobrecalentamiento, incluso en microhábitats sombreados, ya que les impediría regular su temperatura corporal y como consecuencia
disminuirían sus poblaciones. La deforestación, las sequias prolongadas y el crecimiento urbano, disminuyen la posibilidad de microambientes
frescos y húmedos. A esto se le suma la destrucción del hábitat, enfermedades emergentes y el avance de otras especies invasoras.
De ahora en mas se recomienda priorizar la protección de zonas con vegetación densa y cuerpos de agua, esos entornos son esenciales para
mitigar el impacto del cambio climático sobre las especies mas vulnerables. También se propuso establecer nuevas áreas protegidas y restaurar zonas degradadas e insisten en mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados ya que si supera los 4 grados , los riesgos de colapso térmico
se multiplican.
Por último destacan la necesidad de colaborar con investigadores locales en regiones poco estudiadas como África tropical y partes del sudeste
asiático, para obtener datos certeros que redefinan las proyecciones y orienten las acciones de conservación.
Con respecto a la ranita patagónica y ante el riesgo de su extinción, se esta desarrollando un programa de reproducción bajo cuidado humano
liderado por Fundaciòn Temaikèn, la Administración de Parques Nacionales y el CONICET. Colaboran investigadores de la Facultad de Ciencias Naturales y del Museo de la Universidad de La Plata. Se busca crear un núcleo reproductivo para que los animales vuelvan pronto a la naturaleza y reducir así el riesgo de su desaparición del planeta.