El apellido Casella volvió a instalarse en la agenda mediática, pero esta vez lejos del humor y la televisión. En las últimas horas, se conoció que Franco Casella —hijo de Beto Casella— quedó mencionado en una denuncia que lo ubica en el centro de un conflicto laboral que, según la parte denunciante, reviste gravedad.
La información se dio a conocer en Mitre Live, donde Juan Etchegoyen mostró y leyó fragmentos del documento enviado por Valentina María Kurchan, quien trabajó junto a Franco y decidió avanzar por la vía formal. La carta documento reúne dos ejes centrales: el reclamo por una deuda salarial y la acusación de acoso laboral.
De acuerdo con el relato presentado, la denunciante sostiene que vivió episodios reiterados de maltrato en su ámbito de trabajo. En el escrito se detalla que “denuncia situación de acoso laboral perpetrada por Franco Casella, que en al menos dos ocasiones se dirigió hacia mí a los gritos, me dijo que no sabía trabajar y que era una mala compañera y a partir de ahí empezó a ignorarme”.
El relato continúa con otro episodio que, según la denunciante, ocurrió al finalizar un programa y tuvo un tinte más intimidante. Allí se describe que Franco habría elevado el tono y acortado distancia en actitud amenazante, generando temor y daño moral. En paralelo, la carta documento vincula estos sucesos con el final de su relación laboral.
Además, la presentación incluye un reclamo económico: el pago del mes que —afirma— trabajó y no cobró. En ese punto, la productora señala que su desvinculación habría sido consecuencia directa de la conducta atribuida a Franco, y que la responsabilidad recae sobre él.
“Como verás, son varios los papeles de la denuncia que es grave”, leyó Etchegoyen, subrayando que el escrito deja asentado tanto el presunto acoso laboral como la deuda salarial.
Por ahora, se trata de un proceso abierto y en etapa inicial. Será la instancia administrativa y, eventualmente, judicial, la que determine si existieron irregularidades y qué tipo de sanciones podrían corresponder.
Mientras tanto, el caso suma repercusión pública y coloca bajo la lupa el comportamiento atribuido al hijo de Beto Casella, en un escenario donde el acoso laboral y los abusos de poder empiezan a tener cada vez menos margen de tolerancia.